El doctor le ha pedido al señor joya que deje el pepé. El motivo es que juanjo había prometido impulsar una entidad local menor y ahora sus jefes acaban de prohibir esas cosas: están pensando en juntar pueblos y quitar competencias así que de nuevos ayuntamientos nada de nada. Está bien presentada la sugerencia del doctor, aunque, bien visto, ya le podía haber hecho esa misma petición cuando el señor rajoy decidió subir los impuestos, por ejemplo.
Pero la sugerencia del señor yanguas
tiene un problema: ¿a qué partido se iría ahora el teniente
alcalde de la herradura? La cosa es compleja porque no está el patio
para mudanzas. Imaginemos que juanjo decide irse del pepé para
meterse en el partido de luis aragón. Y ahora le dicen que no, que
no lo quieren. Menudo papelón, eh, yanguas.
Y es que ese desplante, que podría
parecer imposible dada la sequía de militancia de algunos partidos,
se está extendiendo como una mancha de aceite en la comarca. Habrá
alguna explicación, supongo, para ese repelús que parece haberle
entrado a los andalucistas ante las declaraciones de amor de los
convenientes.
Amor complicado si además tenemos en
cuenta que los motrileños de rubiales no quieren saber nada de ese
flirteo. O no les gusta escámez, o no les gusta yanguas, o no les
gusta ninguno. O a lo mejor han pensado que para entrar en un partido
que aspira al dos por ciento de los votos, mejor se quedan donde
están. Más tranquilitos, desde luego, apañando su casa. Quizá
alguno haya pensado que esta operación del doctor tenía pocas
ventajas para cualquiera que no se llame juancarlos. A rubiales llevo
toda la tarde llamándole pero no me coge. Y no está viendo el tur,
que ya se ha terminado.
El público en general no conoce los
intríngulis de ese amaño pasteleado entre el doctor y el jefe
máximo andalucista. Yo tampoco los conozco, pero tengo imaginación,
así que se los voy a contar como si yo mismo hubiese estado presente
en alguna de estas reuniones en las que se ha pergeñado esa curiosa
petición de mano que, por el momento, cuenta con el rechazo de la
novia.
El acuerdo entre el doctor y el jefe
andalucista tiene varios artículos:
Primero. El secretario provincial del
nuevo partido andalucista se llamará ángel ortega. No hay problema
para que desde la antigua conveniencia se le consiga un sueldo digno
y adecuado a su categoría. Para eso se ha dado el primer paso, que
era quitarle la secretaría de grupo dándosela al señor pavesio.
Segundo. El doctor, o persona en quien
delegue, será el nuevo secretario andaluz de política municipal,
para así poder tener la última palabra en cuanto a los pactos en
2015. De esa manera queda garantizado que el partido andalucista
reformado estará dispuesto, como antiguamente, a dar su apoyo al
pepé o al pesoe, eso depende de la coyuntura, en todos los pueblos
de granada en los que los andalucistas tengan algo que mojar. Este
apoyo será a cambio de que el alcalde de almuñécar sea un médico
motrileño.
Tercero. La antigua conveniencia, bien
dotada de fondos económicos por su buena gestión al frente del
ayuntamiento durante tantas décadas, correrá con los gastos de la
sede provincial y financiará la campaña electoral del partido, más
tieso que la mojama según evidencias evidentes. Este artículo
corrobora que no toda la pasta que se ha movido con sigilo en este
país ha ido a parar a los bolsillos del señor bárcenas.
Cuarto. Podrán seguir militando en el
partido andalucista renovado versión cuatro punto cero todos
aquellos militantes españolistas que acompañan al doctor en sus
mítines con una bonita bandera rojigualda en el reloj. Nadie podrá
afirmar que no se trate de una versión de la nueva camiseta del
barça.
Ah, se me olvidaba. Por si algún
conveniente anda despistado. El plazo para pedir una beca erasmus a
la olga acaba el 31 de julio. A ver si luego llegais tarde y os pasa
como a fermín, que salís en los papeles.
Salud