El protocolo de yanguas

No es tan famoso como el de kyoto, pero todo se andará. Nuestro amadísimo alcalde necesita como el comer un asesor, o asesora, de protocolo. Él lo sabe y por eso ha sacado a concurso una plaza para esa tan importante función. Los de la oposición, que lo critican todo, lo criticarán también por eso, pero cualquiera que tenga dos dedos de frente se dará cuenta de que no es un capricho sino una necesidad.

Un buen asesor, o asesora, de protocolo le habría leído bien la cartilla al señor yanguas antes de empezar el pleno interruptus de la basura. No te pongas nervioso, alcalde, ante todo no te pongas nervioso, que luego dices cosas que no debes, como aquel día que estabas discutiendo con pacoprados y el tal iván, también por la basura, y se te escapó aquello de tócame los pirindolos.

Así que, jefe, tómate una tila, un transilium, lo que sea, o le dices a tu novia que te dé un masaje en los pies antes de venir al pleno, o te concentras en una imagen de uno de tus viajes a lo largo y ancho de este mundo, una playa desierta de esos países donde no han inventado la zona de dominio público marítimo terrestre porque todavía nadie sabe qué significa recalificar y roca se creen que es una piedra o un váter.

Si yanguas hubiese tenido un asesor de protocolo, o una asesora, en condiciones, no le habría dicho payaso a un vecino, a un contribuyente, a un ciudadano de esos que fueron al pleno a ver si se hablaba de la basura. No, señor alcalde, porque usted sabe que yo soy ferviente admirador de su inmaculada gestión y su verbo clarificador, pero eso no se hace. Es verdad que algunos vecinos estaban nerviosos porque se ha dejado manipular por la malvada oposición, en especial por los rojos, que no hacen más que liar a la gente y ponerle papeles para que firmen sin leer; eso es verdad, amigo yanguas, pero usted es la máxima autoridad del pueblo, el jefe de todos los jefes, el prócer, y usted no debía haberle llamado payaso a un vecino mío, más que nada, y eso se lo podrá decir su asesor, o asesora, de protocolo, cuando lo tenga, porque se arriesga usted a que le devuelvan la moneda y le digan, como algunos parece que dijeron: payaso lo serás tú, aquí el único payaso que hay eres tú, sinvergüenza, y otras cosas que no escribo porque son feas.

Hay otro asunto que quiero comentar sobre esto del protocolo, y ahora me dirijo directamente a ti, excelentísimo señor alcalde presidente. Tienes un concejal nuevo en el ayuntamiento. No ha tenido ocasión de hermanarse con livrigargán, ni con cerveteri, ni con alusemas. Yo creo que ná más va del jabeque al rancho y del rancho al jabeque. Y ahora resulta que te vas de viaje a menorca dos o tres días. Pues te lo digo en confianza, que los amigos estamos para eso, para hacer sugerencias o incluso críticas, te lo tenías que haber llevado de viaje. Ya sé que tenéis algunos roces, algunos problemillas de poca importancia, pues en ocasiones como esta es cuando se arreglan las cosas. Os vais de viaje los dos, como dos machotes, por la noche de copas y lo que encarte, eso sí, sin hacer el tonto como ese concejal que iba de puticlub en puticlub tirando de la visa del ayuntamiento, eso no. Además, eso no te lo tengo yo que explicar a ti, que yo sé que tú para eso eres avispado.

Pero a lo que íbamos, dos o tres días de camaradería, y pelillos a la mar. Porque sí es verdad que mi amigo luiaragonalcaldepuntocom te saca de algunos apurillos con sus abstenciones llamativas, o los chicos del pepé pillados por ahí abajo con esto de la mancomunidad, pues también se enrollan, pero tú eres un tío de izquierdas de toda la vida, joder, que ya no te acuerdas de cuando poníamos autobuses para hacer manis y gritar aquello de otan no, bases fuera. Y a lo mejor un viajecito de placer tú y mi amigo fermin te pues acaba con un pacto de legislatura, hombre. Y además, que te digo una cosa, que un viaje así tiene que ser más divertido que ir con la parienta, eh, porque por mucho morbo que tenga eso de que no sepamos si la rosa es tu mujer, tu ex, tu novia, tu amante o las cuatro cosas, no deja de ser la parienta, y para un viajecito de gorra a menorca, mucho mejor el fermín te, dónde va a parar. Aclaro que al señor concejal de iu le llamo así, fermín te, porque me ha ofrecido todos los botes de mermelada de chirimoya que yo quiera si no le llamo tejero, y yo, como tanta gente, me dejo sobornar. Si guanluis quiere que le llame juanluis también puede sobornarme. Soy muy barato.

Pero no me puedo despedir sin explicar otro tema de protocolo: no se acaban los plenos de esa manera tan abrupta, yanguas, que a la gente se le queda mal sabor de boca y se mosquea. Yo sé que el tema de la basura no es urgente para ti. Yo sé que hay gente que se toma todo a la tremenda y quiere zamora en una hora. Vale, votaste que eso de la basura no era urgente, y no se discutía, pero había que terminar el pleno con las resoluciones de alcaldía y con los ruegos y preguntas. Un poquito de mano izquierda y el pleno habría terminado tan bien, pero lo cortaste así de mala manera. Yo sé que tenías motivos, pero la gente no. Yo lo sé porque lo habíamos hablado, pero la gente no. Y no te costaba ningún trabajo haberlo explicado. Para otra vez, ya lo sabes. Coges el micro, y dices, por favor señor alabarse, cállese ya que todo lo que tenía usted que decir, lo ha dicho guanluis, cállese ya, señor alabarse, por dios, que me está poniendo nervioso, y dices: querido público, aunque estoy muy agusto con ustedes, vamos a ir concluyendo esta reunión porque tengo prisa. Urgencia no, pero prisa sí. Resulta que me voy de viaje a menorca, y tengo que hacer las maletas, llamar al aeropuerto, reservar el hotel, y todo lo que ustedes saben que acarrea cualquier viajecito por corto que sea, así que me van ustedes a disculpar, seguiremos hablando del rollo este de la basura la semana que viene, quedamos aquí el próximo lunes a la misma hora, incluso con unas cañitas y un aperitivo, que yo invito, pero ahora me tengo que ir, que mi señora me está esperando. Y usted perdone lo de antes, no quería insultarle cuando le dije payaso, es que se me calentó la boca. Usted disculpe. En fin, amigos, lo dicho, nos vemos el lunes, y ahora, se levanta la sesión. Buenas noches y gracias por asistir. Y habrías quedado divino. Por cierto, que yo tengo trabajo, pero si eso del protocolo es compatible, podemos hablar. Salud

24 de mayo de 2008