Este es uno de los problemas más acuciantes del mundo actual. Las personas no nos comunicamos. O no sabemos o no queremos. Esa es la cuestión. Vean si no a rubalcaba. Dice el hombre que hay que acabar con los privilegios fiscales de la iglesia, que hace falta aprobar la dación en pago cuando el personal no pueda pagar la hipoteca, y así un largo etcétera de ingeniosas propuestas que yo creo que no se las ha inventado él.
Si este hombre se comunicara más y mejor con zapatero, qué trabajo les hubiese costado aprobarlas hace un mes. O incluso hace un año. O hace ocho, que son los años que llevan los dos gobernando juntos. Falta comunicación. Es posible que rubalcaba haya propuesto eso con anterioridad y zapatero no lo haya escuchado. Ni mariateresa fernández de la vega, ni solbes, ni bibiana, ni elena salgado. Mal se comunica rubalcaba cuando no ha conseguido que ninguno de sus compañeros del consejo de ministros le hiciera caso con anterioridad.
Pero la cosa es más grave aún. El señor rubalcaba no sabe comunicarse ni con él mismo. Bastaría con que rubalcaba hubiese hablado con alfredo y lo hubiera convencido de lo buena que es la dación en pago. O lo injusto que es mantener los privilegios fiscales de la iglesia. Si rubalcaba hubiese explicado esto bien a alfredo, cuando estas propuestas las ha presentado llamazares en el parlamento, habría votado a favor de las mismas. O por lo menos se hubiera abstenido, como hizo su amigo, y amigo mío también, antonio gutiérrez, cuando llegó la hora de votar el último hachazo contra la clase trabajadora.
Falta comunicación también en la política local. Si no, cómo se puede explicar que mi amigo fermínté le hiciera al también amigo pacoprados una propuesta sobre la mancomunidad hace exactamente doce días y aún no haya respuesta. O cómo se entiende que yo estuviera aquí en el blog proponiendo que al remodelar la rotonda de la carrera se dejaran de chorradas y pusieran de nuevo la fuente a funcionar, y resulta que eso mismo es lo que estaban haciendo. Falta, falta mucha comunicación.
Pero es que falta comunicación hasta en las familias. Ustedes recuerdan que la señora portavoz del ecologismo sexitano femenino había puesto verde a la alcaldesa por meterle mano a la jardinera que había junto a la calle trinidad. Decía en este comunicado la señora adela que esa remodelación se había hecho para que un bar de por allí pusiera la terraza más grande. El caso es que la terraza sigue igual. Ni más ni menos. Pero sí que ha habido un cambio importante. Todos los días, por donde estaba la jardinera, pasa una y otra vez subiéndose a la acera un dúmper que lleva y trae materiales de obra. Atraviesa la calle trinidad hasta la mitad, gira a la izquierda más o menos a la altura del estanco, sube unos metros y llega hasta un edificio antiguo que están remodelando para poner un estupendo restaurante a la sombra de la iglesia.
Es decir, que hasta la fecha, el que más se está beneficiando por haber quitado la jardinera es el que está haciendo la obra, porque si la jardinera siguiera puesta, el dúmper tendría que dar un vueltón que ni te cuento. O tomarse unos cuantos redbulls, claro. El caso es que me han dicho que el que está haciendo la obra es el esposo de adela, mi querido compañero de corporación, ese que me llama bastardo cuando se irrita. Si no me han informado mal, pues qué quieren que les diga. Me los imagino tomando el café después de comer: Niña, pá qué denuncias eso, con lo bien que nos va a venir pá la obra. Algo así, ¿verdad? Lo dicho: falta comunicación hasta en las familias. O sobre todo en las familias.
Salud
eres patetico hasta para hacer comentarios, si asi enseñas a tus alumnos lastima me da de la enseñanza que das y de los alumnos que estan bajo tu tutela. un saludo camarada.
ResponderEliminarQuien se pica ajoes come; or cierto he oido que uno de los socios es Pablo, el hijo del doctor. Que me vayan reservando mesa.
ResponderEliminarmorgan ¿porque no te dedicas a investigar un poquito lo .que hacia tu amiguita antonia cuando traia a los niños de biolurusia? anda guapo investiga eso un poquito
ResponderEliminarpa mearse,Morgan a mi me encantaría que dieras clase a mis hijos ,a pesar de que tenemos en común solo el sentido común.
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