Anduvo cinco pasos en dirección norte, ascendió lentamente las escaleras que conducían a la parte alta del salón de plenos y fermin potter pudo contemplar la magnificencia de la corte (o cohorte) de yanguas.
Allí sentados, en número de hasta diez, casi a punto de celebrar la última cena, se encontraban todos ellos, los apóstoles de yanguas en la pyme sexitana.
Ajenos por completo a la irrupción clandestina de fermin potter, los conjurados dieron comienzo a la cábala. El empresario inmigrante llamado trinitario agradeció la presencia de los representantes del pepé y de conveniencia. Lamentó la ausencia de los sindicatos y de los otros, es decir, el peá, iu y el pesoe. En ese momento, una voz de trueno sonó allá en las alturas y todos los congregados pudieron escuchar una reivindicación que sonaba a desmentido: izquierda unida sí está.
Un poco bastante atribulado por esa intervención imprevista, el jefe de la reunión acertó a balbucear cuatro interjecciones y dio las gracias a fermin potter por su imprevista asistencia. Le invitó a bajar y ocupar su asiento de honor junto a las autoridades municipales, que por lo que he podido comprobar en la tele independiente local, eran la trini y su séquito, además del niño bonito (y el señor pavesio, me ha parecido ver).
El audaz fermin potter respondió con voz tronante: no, gracias, estoy bien aquí. Y allí arriba, oteando el panorama como las majestuosas águilas, se quedó escuchando pacientemente las recetas para salir de la crisis sexitana.
Y dio comienzo, con este azaroso prólogo, el cónclave. Uno a uno, con un guión bien estudiado, dio comienzo la relación de todas aquellas circunstancias penosas que nuestro municipio padece por la tremenda maldad de la junta y sus secuaces. Hablaron de ese hotel al que llaman cortijo que podría crear quinientos puestos de trabajo en un pis pas. Como era previsible, citaron ese magnífico proyecto llamado el coso que crearía otros quinientos y ya van mil. Luego se habló del ansiado campo de golf (otros quinientos entre tronchicos y palicos). Se llegó a los dos mil largos con los quinientos que se van a crear en el puerto deportivo y, en un sencillo cálculo matemático, se acabó con el paro en el momento en que en vez de un puerto nos dejaran hacer tres, y en vez de un campo de golf, los cuatro reivindicados. Sumando la presa de otívar, el palacio de justicia, un par de centros comerciales más y tres o cuatro mil chalets bien distribuidos, pudimos llegar a la conclusión de que habría que reformar la ley de extranjería de nuevo para permitir que el alcalde importara directamente mano de obra de eritrea y etiopía, cuestión esta que, de rebote, acabaría con el problema de la piratería en el índico. Se omitió el análisis de algunas proyecciones elaboradas por expertos según las cuales si las islas seychelles se despueblan de marineros vascos asustados y se llenan de turistas europeos, los turoperadores podrían castigar duramente al hotel helios y al victoria playa.
Como vio que se les habían olvidado algunas propuestas, fermin potter osó recordar al círculo de empresarios un par de cosillas: la primera, que había que pedir al ayuntamiento que desbloqueara algunos bastantes proyectos pequeñitos que no dependían de la maligna junta sino de yanguas; la segunda, que a ver qué pasaba con esos trabajadores despedidos sin motivo alguno de unos hoteles que tenían más ocupación que el año pasado y estaban contratando gente para suplir a los despedidos.
Lo curioso del caso fue que Fermín potter fue calurosamente aplaudido por la muchedumbre congregada para oír el sermón, casi tanto como cuando habló el jefe de los comerciantes, que se tiró quince minutos despotricando de los banqueros con el mismo tono y las misma palabras que usa cayo lara cuando se dirige al populacho comunista.
El jefe trinitario sonreía beatíficamente y preguntaba por qué no estaría allí el flamante presidente la general. Yo creo que el señor betoret no leía el diario de granada en 1983 cuando antoniojaraandreu y yanguas se declaraban su amor, uno como alcalde de granada y el otro como jefe de los sociatas en la provincia.
Nadie habló de las piedrecitas de la punta de la mona ni de las rajitas aparecidas en los bonitos chalets de los crímenes del mar. Tampoco hablaron del pastó que ahora cobra la empresa de la limpieza o del sueldo del alcalde y su señora, o de los liberados de los partidos, o del sueldo de pavesio y la defensora del ciudadano. Nadie habló de los euros gastados en las jornadas de la novela histórica o en las fieras del más grande parque zoológico de Europa.
Quizá esos temas se traten en la siguiente reunión. A no ser que los empresarios quiten a díaz ferrán de la ceoe y se vaya trinitario a madrid como jefe de los que ahora se llaman a sí mismos emprendedores (antes los llamaban explotadores e incluso chupasangres, pero eso era antes, mucho antes de la globalización).
Yo, por mi parte, prometo contarles en un par de días qué fue lo que Fermín dijo de pasada en esa reunión, eso de los proyectitos bloqueados por el ayuntamiento. Y si tengo, tiempo y ganas, hablaremos un poquito de las finanzas del aquatropic, que es algo que me tiene muy preocupado.
Salud
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