Homenaje a fermín en el día del turismo

Como usted sabrá, hace poco se ha celebrado el Día del Turismo en nuestro municipio. Nuestro alcalde, ayudado por su señora, ha reunido a un bonito cónclave para festejar un día tan importante y, cómo no, ha entregado unas bonitas placas de esas que sirven para presumir ante las amistades.

Este año, la placa de la asociación de hoteleros ha recaído en mi buen amigo rafael lamelas. Aunque me hubiese encantado, no pude asistir al acto porque tenía que acabar una de las tres novelas gordas esas del milenium, y lo primero es lo primero. Me perdí el cóctel y las fotos esas que luego nadie querrá mostrar cuando el señor de cotobro tenga otra residencia más pequeña en un pueblo que empieza por al y no es alhendín ni almuñécar. Me perdí las fotos y el cóctel pero mi buen amigo rafael me ha hecho llegar el bonito y emotivo discurso que pronunció esa tarde ante doña rosa y don juan.

He visto que el alegato no se ha reflejado en los medios de comunicación, ni en los corruptos ni en los otros, así que es toda una primicia la que les brindo. De aquí en adelante, todo es homilía:

Queridos amigos, queridos colegas, querido alcalde, querida responsable de turismo. Es para mí un honor recoger esta sencilla y emotiva placa que colocaré junto a la bandera republicana y me servirá para recordar, cuando pase el tiempo y las canas adornen por completo mi cabeza, en qué año concreto se produjo el mayor descenso de clientes gracias a las eternas obras del aparcamiento. Mirando esta placa podré recordar el año en que aumentó de forma importante el número de clientes que llamaban para anular sus reservas o preguntar si se había puesto, al menos, una pasarela para ir a la playa sin pasarse antes por la churrería.

Queridos amigos, va a ser este un discurso breve porque no quiero cansarles, pero, en nombre de mis compañeros de la asociación, quiero rendir aquí un sincero tributo al amigo fermín. Él no ha podido venir al acto porque está reunido con el abogado preparando el décimo quinto recurso, pero ha sido voluntad unánime de los hoteleros ofrecer este pequeño testimonio de solidaridad. Lo hicimos con el hotel bahía tropical cuando tuvo sus problemas con la justicia, lo hicimos con el otro bahía, el almuñécar, lo hicimos con el fuerte, con el victoria, con el cortijo, lo hacemos con todos, y hoy aquí, queremos aprovechar este emotivo acto para mostrar nuestro apoyo a uno de los establecimientos hoteleros más singulares del municipio.

Ya saben ustedes que fermín es copropietario de un bonito camping que lleva ya dos años cerrado, motivo por el cual no se ha podido enterar del bajón que este año hemos tenido en general en el sector por culpa de la crisis, los aparcamientos y la mugre que hay en el pueblo. Perdonen la expresión pero es que hay mugre a espuertas y no se me ocurría una expresión más suave que reflejara adecuadamente la situación.

El amigo fermín ha ganado hasta la fecha todos los recursos que le ha puesto al ayuntamiento pero, ya lo dice el refrán, pleitos tengas y los ganes. En fin, querido alcalde, yo supongo que tendrás tus motivos y tus informes para actuar como actúas. Jamás se me ocurriría pensar que puedes tirarte dos años en esta guerra por puro afán de venganza. Es algo que no me cabe en la cabeza conociendo tu nobleza y tu rectitud, pero abusando de tu amabilidad, querido alcalde, me atrevo a sugerirte que esa tenacidad que pones para evitar la reapertura del camping la pongas al servicio de causas más justas en beneficio del sector turístico.

Nada más, querido alcalde, queridos colegas, queridos amigos. Ha sido, de verdad, todo un placer. No os lo podéis ni imaginar. Y ahora me voy corriendo, ustedes me disculpan, pero tengo en el móvil cinco llamadas perdidas del director de la cadena y no sé si es para hablar de las ochenta plazas de aparcamiento que finalmente tendremos que comprar o para hablar de mi despido. Por menos despidieron al gerente del Hotel Playa, desde luego. Morgan