Las gaviotas se han vuelto locas y atacan al personal. El otro día fue en un colegio de barcelona. Hace poco en el castillo de almuñécar. El tema es que nadie se fía ya de esos pajarracos que pusieron sobre un plácido fondo azul. Hasta rajoy empieza a desconfiar, no sea que las gaviotas sean un regalo envenenado transmitido por el señor aznar para poder joder bien al sucesor.
Pero el periodismo de investigación no puede quedarse en la mera denuncia sino que tenemos la obligación de indagar por las motivaciones de esos pajaritos cada vez más grandes y chillones.
Atacaron en un colegio barcelonés, pero no atacaron en el de al lado. La actitud de las gaviotas es totalmente coherente. El colegio atacado es uno de estos centros nacionalistas en los que ultrajan la memoria de cervantes y en los recreos dicen visca el barsa, con lo fácil que es gritar viva el barcelona.
Atacaron en el castillo de almuñécar, pero no atacaron a cualquiera. Es más, ni siquiera llegaron a atacar. Amagaron más bien. Enfocaron su vuelo en dirección a una periodista llamada mariadolores que había subido tan cerca del cielo para entrevistar al arqueólogo favorito de la ciudad.
Mi teoría es que la agresividad creciente de las gaviotas está relacionada con la actualidad política. Sus gritos y sus vuelos rasantes no son sino su manera de mostrar su hartazgo antes el periodismo corrupto. Dicen que las gaviotas no saben leer, pero yo no lo tengo tan claro porque si nos fijamos, esta actitud agresiva ha dado comienzo recientemente, con la divulgación reiterativa en la prensa corrupta de supuestos escándalos en los que hipotéticamente podrían estar involucrados estupendos y honrados dirigentes del partido gaviotero.
Ya sé que muchos de ustedes identifican periódico corrupto con el ideal, y tienen más razón que un santo, pero no pueden olvidar que, al fin y al cabo, esta corrupción nuestra de andar por casa hunde sus raíces en ese periodismo corrupto del país, de la cadena ser, de cuatro y de la sexta, que andan empeñados en fastidiar a la banda de rajoy. Para acabar de arreglarlo, en los últimos meses vemos con estupor cómo se suman a esa campaña corrupta el mundo y la cope que no hacen más que manchar el buen nombre de los populares con calumnias y difamaciones de las que no quedará nada porque ninguna persona decente puede pensar que eso del correa, de los trajes y de las adjudicaciones a dedo es verdad.
¿Y por qué atacan las gaviotas a mariadolores y al arqueólogo si estas dos bellísimas personas no tienen nada que ver con la corrupción? Pues se lo voy a explicar: el arqueólogo las critica porque se cagan en el castillo y lo ponen hecho un asco, y además le dice a quien lo quiera oír, que lo que hay que hacer es traer dos halcones para que las asusten. Lógico que le ataquen.
Con respecto a mariadolores hay una cierta ambivalencia: unas gaviotas la atacan mientras otras la defienden. Porque el caso es que las gaviotas leen, pero algunas de ellas leen con cierto atraso, y ahora llevan un tiempo dedicadas al caso gurtel, al pacto del país vasco y a las elecciones europeas, es decir, a temas de allende nuestras fronteras, así que muchas de ellas no tienen tiempo de leer las bonitas cosas que mariadolores escribe ahora en los dos periódicos de convergencia.
Las gaviotas que siguen el día a día están enfadadas con mariadolores porque ya no quiere al pepé. Ahora está más con yanguas, y eso las irrita, lógicamente.
Las gaviotas que se han quedado en su memoria con los discursos de hace un año la defienden a ultranza. Recuerdan aquellos dardos tan crueles que imprimía poniendo de vuelta y media al señor yanguas. Esta tarde se ha posado una gaviota en mi terraza y traía en la pata, imitando a las palomas, un mensaje que debió escribir mariadolores hace no tanto:
Hasta ahora le han calificado con muchas palabras. Sus afines le han llamado “el Líder”, “el Todopoderoso” “el Invencible” o “el Gestor”. Sin embargo, sus detractores se han inclinado más por “el Soberbio”, “el Prepotente”, “el Endiosado” o “el Ruin”. Yo me habría ceñido a utilizar algunos de estos o una mezcla de varios, pero de repente se me han ido todos al “garete” al encontrarme últimamente con un “Juan Carlos XX, el triste”.
En las últimas semanas nos ha ofrecido declaraciones tan inusuales en él como las siguientes que paso a analizar de forma exclusivamente personal:
“No es justo que nos estén dando un palo tras otro”.
Mala memoria demuestra tener; usted y su equipo ha sido experto en “darle palos” a muchos que no se lo merecían, siendo “ajusticiados” por el yugo de su “prepotente soberbia”. Recuerde la frase “O conmigo o contra mí”.
"No paran de atacarnos, no sé hasta cuando, pero intentaremos aguantar”.
Es fácil lamentarse de ser perseguido, criticado e incluso acusado “injustamente” de lo que según usted, le está sucediendo ahora, pero no hay que dar demasiada marcha atrás para recordar que otros muchos han sentido y sienten ese mismo dolor, causado mucho más “injustamente” por actuaciones “ruines” e “indignas”. Recuerde en concreto, unas que dieron paso a “cambios de cerraduras, precintos, cortes de luz, cortes de señal” y la posterior pérdida de trabajo de muchos padres y madres de familia que -al parecer- no merecían esa consideración, ni merecían trabajar dignamente, ni merecen sacar adelante su empresa, ni merecen prosperar, ni por supuesto el respeto de “su equipo”.
“Están llevando a cabo una campaña de acoso y derribo contra nosotros”
Aquí solo puedo aconsejarle que lea detenidamente “su periódico*”, pida números anteriores, de hace años, de ahora, verá como “su equipo” amparado en el anonimato y la hipocresía, se ha dedicado a machacar, ofender y mentir sobre personas que solo se han dedicado a trabajar y defender su pan cada día de forma honrada.
“Van a por mi familia y mis seres queridos”.
Me reitero. Lea su periódico y compruebe cuanto daño se ha hecho a familias, amigos y seres queridos, incluso a personas que nada tenían que ver con la política, ni los medios, ni nada relacionado con este “mundillo de mierda”. Personas que han perdido sus trabajos y derramado muchas lágrimas gracias a la “maldad” pura y dura de ciertos “personajillos” que no merecen ni un minuto de mi tiempo ni el de nuestros lectores.
Con este artículo solo deseo que algunos de ustedes -los que quieran hacerlo- ejerciten su memoria y recuerden hechos lamentables, situaciones indeseadas y actuaciones muy injustas que dieron al traste con las ilusiones de buenos profesionales que se han visto “vetados” en su propia casa. Los sabios dicen que “En esta vida todo pasa factura, lo bueno y lo malo”.
* Como comprenderán, utilizo constantemente la expresión “su periódico” porque sé, por propia experiencia, que en ninguno de los “medios privados” de la empresa Onda Tropical S.A. se dice o escribe una línea que no cuente con el beneplácito de Juan Carlos Benavides o el de “su equipo”.
(Infocosta Tropical: editorial de Mariló Joya de no hace tanto)
Salud
Pero el periodismo de investigación no puede quedarse en la mera denuncia sino que tenemos la obligación de indagar por las motivaciones de esos pajaritos cada vez más grandes y chillones.
Atacaron en un colegio barcelonés, pero no atacaron en el de al lado. La actitud de las gaviotas es totalmente coherente. El colegio atacado es uno de estos centros nacionalistas en los que ultrajan la memoria de cervantes y en los recreos dicen visca el barsa, con lo fácil que es gritar viva el barcelona.
Atacaron en el castillo de almuñécar, pero no atacaron a cualquiera. Es más, ni siquiera llegaron a atacar. Amagaron más bien. Enfocaron su vuelo en dirección a una periodista llamada mariadolores que había subido tan cerca del cielo para entrevistar al arqueólogo favorito de la ciudad.
Mi teoría es que la agresividad creciente de las gaviotas está relacionada con la actualidad política. Sus gritos y sus vuelos rasantes no son sino su manera de mostrar su hartazgo antes el periodismo corrupto. Dicen que las gaviotas no saben leer, pero yo no lo tengo tan claro porque si nos fijamos, esta actitud agresiva ha dado comienzo recientemente, con la divulgación reiterativa en la prensa corrupta de supuestos escándalos en los que hipotéticamente podrían estar involucrados estupendos y honrados dirigentes del partido gaviotero.
Ya sé que muchos de ustedes identifican periódico corrupto con el ideal, y tienen más razón que un santo, pero no pueden olvidar que, al fin y al cabo, esta corrupción nuestra de andar por casa hunde sus raíces en ese periodismo corrupto del país, de la cadena ser, de cuatro y de la sexta, que andan empeñados en fastidiar a la banda de rajoy. Para acabar de arreglarlo, en los últimos meses vemos con estupor cómo se suman a esa campaña corrupta el mundo y la cope que no hacen más que manchar el buen nombre de los populares con calumnias y difamaciones de las que no quedará nada porque ninguna persona decente puede pensar que eso del correa, de los trajes y de las adjudicaciones a dedo es verdad.
¿Y por qué atacan las gaviotas a mariadolores y al arqueólogo si estas dos bellísimas personas no tienen nada que ver con la corrupción? Pues se lo voy a explicar: el arqueólogo las critica porque se cagan en el castillo y lo ponen hecho un asco, y además le dice a quien lo quiera oír, que lo que hay que hacer es traer dos halcones para que las asusten. Lógico que le ataquen.
Con respecto a mariadolores hay una cierta ambivalencia: unas gaviotas la atacan mientras otras la defienden. Porque el caso es que las gaviotas leen, pero algunas de ellas leen con cierto atraso, y ahora llevan un tiempo dedicadas al caso gurtel, al pacto del país vasco y a las elecciones europeas, es decir, a temas de allende nuestras fronteras, así que muchas de ellas no tienen tiempo de leer las bonitas cosas que mariadolores escribe ahora en los dos periódicos de convergencia.
Las gaviotas que siguen el día a día están enfadadas con mariadolores porque ya no quiere al pepé. Ahora está más con yanguas, y eso las irrita, lógicamente.
Las gaviotas que se han quedado en su memoria con los discursos de hace un año la defienden a ultranza. Recuerdan aquellos dardos tan crueles que imprimía poniendo de vuelta y media al señor yanguas. Esta tarde se ha posado una gaviota en mi terraza y traía en la pata, imitando a las palomas, un mensaje que debió escribir mariadolores hace no tanto:
Hasta ahora le han calificado con muchas palabras. Sus afines le han llamado “el Líder”, “el Todopoderoso” “el Invencible” o “el Gestor”. Sin embargo, sus detractores se han inclinado más por “el Soberbio”, “el Prepotente”, “el Endiosado” o “el Ruin”. Yo me habría ceñido a utilizar algunos de estos o una mezcla de varios, pero de repente se me han ido todos al “garete” al encontrarme últimamente con un “Juan Carlos XX, el triste”.
En las últimas semanas nos ha ofrecido declaraciones tan inusuales en él como las siguientes que paso a analizar de forma exclusivamente personal:
“No es justo que nos estén dando un palo tras otro”.
Mala memoria demuestra tener; usted y su equipo ha sido experto en “darle palos” a muchos que no se lo merecían, siendo “ajusticiados” por el yugo de su “prepotente soberbia”. Recuerde la frase “O conmigo o contra mí”.
"No paran de atacarnos, no sé hasta cuando, pero intentaremos aguantar”.
Es fácil lamentarse de ser perseguido, criticado e incluso acusado “injustamente” de lo que según usted, le está sucediendo ahora, pero no hay que dar demasiada marcha atrás para recordar que otros muchos han sentido y sienten ese mismo dolor, causado mucho más “injustamente” por actuaciones “ruines” e “indignas”. Recuerde en concreto, unas que dieron paso a “cambios de cerraduras, precintos, cortes de luz, cortes de señal” y la posterior pérdida de trabajo de muchos padres y madres de familia que -al parecer- no merecían esa consideración, ni merecían trabajar dignamente, ni merecen sacar adelante su empresa, ni merecen prosperar, ni por supuesto el respeto de “su equipo”.
“Están llevando a cabo una campaña de acoso y derribo contra nosotros”
Aquí solo puedo aconsejarle que lea detenidamente “su periódico*”, pida números anteriores, de hace años, de ahora, verá como “su equipo” amparado en el anonimato y la hipocresía, se ha dedicado a machacar, ofender y mentir sobre personas que solo se han dedicado a trabajar y defender su pan cada día de forma honrada.
“Van a por mi familia y mis seres queridos”.
Me reitero. Lea su periódico y compruebe cuanto daño se ha hecho a familias, amigos y seres queridos, incluso a personas que nada tenían que ver con la política, ni los medios, ni nada relacionado con este “mundillo de mierda”. Personas que han perdido sus trabajos y derramado muchas lágrimas gracias a la “maldad” pura y dura de ciertos “personajillos” que no merecen ni un minuto de mi tiempo ni el de nuestros lectores.
Con este artículo solo deseo que algunos de ustedes -los que quieran hacerlo- ejerciten su memoria y recuerden hechos lamentables, situaciones indeseadas y actuaciones muy injustas que dieron al traste con las ilusiones de buenos profesionales que se han visto “vetados” en su propia casa. Los sabios dicen que “En esta vida todo pasa factura, lo bueno y lo malo”.
* Como comprenderán, utilizo constantemente la expresión “su periódico” porque sé, por propia experiencia, que en ninguno de los “medios privados” de la empresa Onda Tropical S.A. se dice o escribe una línea que no cuente con el beneplácito de Juan Carlos Benavides o el de “su equipo”.
(Infocosta Tropical: editorial de Mariló Joya de no hace tanto)
Salud