Antes de que se inventara esa asignatura perversa de educación para la ciudadanía que sólo pretende manipular las tiernas mentes infantiles y volver maricones a los niños, en la escuela nos poníamos en fila para que nos preguntaran el catecismo. Había un amigo mío que siempre que le preguntaban, decía que las virtudes teologales eran dos, pues el cura le daba un cocón y lo mandaba al grupo musical ese que ahora está de moda, el último de la fila. Eran buenos tiempos aquellos en que estudiábamos religión y política y cantábamos cara al sol prietas las filas con la camisa nueva y bien planchada, sin que los curas mostrasen la menor preocupación.
Mucho antes de que me empezaran a salir espinillas aprendí la versión rapera de los mandamientos, que decía cosas como dar de comer al hambriento y dar de beber al sediento, aunque la que más molaba, por sugerente, era la de dar posada al peregrino. Posada y peregrino eran dos palabras que hacían volar la imaginación. Ninguno nos podíamos imaginar que aquello acabaría convirtiéndose en hoteles bahía, planes de excelencia turística, spa y viajes halcón.
Dar de comer al hambriento siempre fue un mandamiento de primera categoría, pero nunca en mi clase llegamos a sospechar que acabaría evolucionando su sentido hasta llegar a implicar a los hipopótamos. El ilustre y nunca bien alabado yanguas acaba de concretar el precepto divino en su último y sorprendente acuerdo con el señor romeral. Ignoramos qué clase de indulgencias habrá concedido nuestro brillante prócer al jefe de los chirimoyos, pero lo cierto es que a partir de ahora el papeo de nuestros queridos hipopótamos será costeado por esta magnífica empresa hortofrutícola en un acto de caridad digno de alabanza.
El lado oscuro de esta decisión es que esconde un abandono reprochable por parte del señor ingeniero municipal. Ocupado como ha estado en dibujar un magnífico paseo para la herradura, y en dar clases en la universidad de granada, se ha ganado los reproches de mi amigo lamelas que no ha dudado en criticarle por no estar nunca en su despacho. Pero no es eso lo más importante. Lo graves es que este ingeniero pluriempleado ha olvidado que el señor alcalde puso a uno de estos hipopótamos el bonito nombre de la roldana, en alusión un tanto grosera al índice de masa corporal del señor ingeniero, también conocido por su verdadero nombre, que es el de julio roldán. Todos entendimos que si aquello era un bautizo, el padrino del hipopótamo era el señor ingeniero. ¿Cómo has estado, julio, para dejar abandonado a tu ahijado? Ha tenido que venir el señor romeral a dar alimento a tu ahijado. Pase lo del paseo, pase lo del pluriempleo, pase lo de no estar en tu despacho. Pero dejar abandonado a tu ahijado, eso es de no tener corazón.
Por cierto, si alguien se ha encontrado un título de ingeniero por ahí tirado, en los bajos, en kelibia, en el local de los hermanos garcía motril, o donde sea, que se ponga en contacto con el señor roldán, que es que se le ha perdido el título y anda como loco buscándolo. Eso también puede haber influido, sin duda alguna, en el abandono del precioso hipopótamo.
Pero, en fin, así es como hemos sabido que dar de comer a los entrañables hipopótamos cuesta cerca de un millón de pesetas al año. La manicura, los cuidados médicos, el aseo personal, las actividades de ocio y el resto de servicios que en peña escrita prestamos a los hipopótamos y demás congéneres, no están valorados, y esperamos con ansia que alguien los valore. Es más, esperamos con verdadera impaciencia que alguien nos diga cuantos miles de millones de nuestros impuestos se han invertido (mi mujer me dice que ponga tirado) en esta maravilla que se llama peña escrita y que tantos beneficios de todo tipo aporta al municipio.
Los radicales de iu (creo que mi señora ha sido captada por la secta) han hecho un cartelito en el que informan de algunos gastos en animalitos. Les puedo asegurar que esta vez no mienten porque lo he comprobado personalmente mirando en los presupuestos que aprobó nuestro gran yanguas para el 2007. Para gastos de farmacia en peña escrita habían previsto un gasto de 45.000 €, y la verdad es que no es gran cosa si lo comparamos con los 156.000 que habían previsto para medicinas en el acuarium. No sabemos si las aspirinas son para las sardinas o para los dueños de la empresa que se ha quedado con el marrón y que antes de empezar a trabajar se han quedado perplejos al ver cómo el ayuntamiento los culpaba del retraso en abrir las instalaciones. El caso es que tenemos unos animalitos muy delicados y quizá sería cosa de exigir que la seguridad social asuma estos menesteres.
La lista de gastos en peña escrita, loro sexi y acuario es verdaderamente espectacular. Entre unas cosas y otras habían previsto gastar alrededor de 200 millones de pesetas, y eso sin contar los gastos de personal, de asfaltado, la piscina cubierta o cosas así. Pero es que he estado mirando los gastos de 2006 y resulta que ese año habían previsto gastar 100 millones de pesetas y acabaron gastando casi 300. Por esa regla de tres, si en 2007 habían previsto gastar 200, pues se habrán gastado 600. Aquí vienen bien recordar que, según datos del ayuntamiento, el coste total del servicio de limpieza previsto para 2008 es de 3.765.418,84 € (los 600 millones de pesetas que nuestro alcalde se ha gastado en 2007 sólo en animalitos). Y por eso nos ha tenido que subir la basura cerca de un 30%.
Esperamos con ansiedad que nuestro alcalde nos informe de cuánto han gastado en realidad en estas cosas tan importantes para el progreso de nuestro pueblo. La verdad es que con lo caros que salen estos bichos se entiende que no tenga dinero para hacer el centro de día en el antiguo centro de salud. O el parque de bomberos. O arreglar el alcantarillado.
Por cierto, que ahora viene una ayuda de la diputación para fomentar el empleo agrario. Dicen los de la diputación que los ayuntamientos pueden pedir dinero para acequias, mejora de riegos, guarderías, residencias geriátricas, depuradoras de aguas residuales, y un largo etcétera. Nuestros gobernantes, siempre pensando en el bienestar general y el interés común han decidido dedicar esos dineros que da la diputación para ‘creación de un aula de la naturaleza en peña escrita’. ¿A que está bien pensado?
Pero no me resisto a terminar esta columna sin hacer una pregunta: ¿Qué justicia es esta que permite que roca esté en la calle, que julián muñoz esté a punto de salir, que otros que todos sabemos sigan haciendo fechorías cada día con su vara de mando en la mano? Pero sobre todo, ¿qué justicia es esta que permite que el geta haya sido eliminado después de jugar ciento quince minutos con uno menos y demostrando que el coraje vale mil veces más que todos los millones que cobran los señoritos de la liga de las estrellas? Viva el geta, y salud, compañeros.
12 de abril de 2008
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