Parece que en vez de haberos subido a la parra, estáis en la higuera

En almuñécar tenemos un nuevo encargado de eso que se llama el protocolo. Quitaron a mariadolores y han puesto a un tal gilabert. Una de las dos cosas más destacadas del cambio es que el precio de este contrato es diez mil euros más barato que el anterior. La otra es que el gilabert éste quiere ponerle traje a todo el mundo. La verdad es que los de recepción están muy guapos, pero si se empeña en que fermínté vaya a cortar la cinta de la feria gastronómica con un traje, vamos a tener un problema serio. O dimite fermínté o dimite gilabert. Al tiempo.

Hay otro problema en las relaciones con el equipo de gobierno. La reinoso ha puesto en marcha un programa que se llama un millón de pasos. Y lo ha hecho sin contar con mi señora. Ella sabrá. Lo de la zona azul o lo de la bolsa de trabajo, que dura más que algunas digestiones, puede tener arreglo, pero esto de los pasos ha sido un golpe bajo. Todas las tardes la misma cantilena: ¿Te vienes a andar un poquito? No puedo, es que tengo que colgar una cosita en la página web. Un millón de pasos se lo anda ella sola sin contar los que da en el mercadillo. Y ahora va la reinoso y suelta que eso lo ha hablado con esta asociación y con la otra. Me parece un desplante muy feo. Aunque mis jefes estén de rollito con el pepe griñán, esa actitud de la reinoso no se justifica.   

Y menos aún se justifica la actitud del doctor y su panfleto digital que parecen haber perdido la memoria. Han hecho hace poco un análisis de los datos del paro, y en vez de hablar de la política errática del tripartito, dicen que todo es culpa de la señora herrera. Ya está bien de ningunearnos, hombre.

A este paso no pensamos ir, ni fermín, ni la luci, ni mi señora, ni antonio leyva, ni el jorge, ni yo mismo, al restaurante ese tan modesto que habéis inaugurado. Por mucho que lo anunciéis en vuestra web, como si fuese un suplemento publicitario para amigos del jefe. Igual que no hemos ido a ver el rey león en esa excursión tan chula que organiza el niño del jefe, tampoco pensamos ir a comer chuletón de elefante. Hasta que nos volváis a mostrar el respeto que nos merecemos. Que parece que en vez de haberos subido a la parra, estáis en la higuera, hombre.

Salud