El que tiene padrinos se bautiza

El que tiene padrinos se bautiza. Así era, así es, y así seguirá por lo que se ve. Todavía quedan pleitos pendientes en relación al salvaje acoso sufrido por mi amigo fermín. Queda un contencioso que va para largo y queda un recurso de súplica ante la última decisión judicial. El léxico de los tribunales es complicado y así, aunque en esta última sentencia se diga que es firme, lo de firme es un decir porque se ha puesto y admitido un recurso.

Así que, por ahora, aunque yanguas tenga prisa, todavía esperaremos un poco para ver el desenlace de esta historia de mafia orquestada por un alcalde al que un día se le plantó fermín en su despacho y le dijo, con otras palabras menos groseras: el pegou te lo metes donde te quepa.

Cuando fermín salió del despacho, le faltó tiempo a yanguas para decir en voz alta ante algunos de sus concejales: echadle a los perros. Es su forma de hablar, también un tanto grosera. A partir de ese día, hemos asistido a la elaboración minuciosa de una urdimbre de embustes, medias verdades y manipulaciones que, hábilmente manejadas por estupendos abogados, están consiguiendo hacer lo blanco negro y lo negro blanco.

Hace dos años estaba completamente convencido de que las patrañas de yanguas tendrían un recorrido corto y la historia judicial del camping se saldaría con una derrota total de los embusteros que habían fabricado una historia completamente ajena a la realidad. Hoy, dos años más viejo, tengo que admitir que mi optimismo era excesivo y que mi desconocimiento del mundo judicial era importante. Esta historia no ha terminado aún pero ya no apostaría por la victoria judicial de mi amigo.

En estos dos últimos años he tenido tiempo de comprobar cómo la justicia da la razón siempre a los poderosos. Bueno, no siempre, hay excepciones. Sesenta procesos judiciales no han servido para meter en la cárcel a berlusconi. Los jueces dicen en sus sentencias justo lo contrario de la verdad. Según ellos, no ha habido extorsiones, chantajes, prevaricaciones, sobornos, prostitución ni trata de menores.

Tampoco las sentencias dijeron la verdad cuando abordaron el fraude multimillonario cometido por el señor botín. Era inocente de todo. Y eso mismo ocurrió cuando tuvieron que analizar los turbios negocios de los albertos.

Julián assange sí ha perdido el recurso para bloquear su extradición a suecia. Es un duro golpe para el fundador de wikileaks. Ahora va a resultar que el corrupto es este hombre que lleva un año denunciando por millares delitos de todo tipo relacionados con el abuso de poder, el chantaje, la extorsión y el asesinato puro. Los enemigos de assange conseguirán lo que se proponen aunque tengan que inventar informes, comprar testigos o falsear pruebas. Llegado el caso también podrán comprar al juez. No es la primera vez ni será la última.

Pero no tenemos que irnos fuera de almuñécar. Ustedes recordarán cómo el señor alcalde ordenó el cierre de la televisión que tanto le molestaba, aquella televisión que se permitía el lujo de entrevistar a los concejales de la oposición. De la noche a la mañana se asaltó el repetidor, se pegó una patada a la puerta de los estudios y se acabó con un medio de comunicación molesto.

Nadie mejor que la señora que trabajaba en esa televisión para dar fe de cómo sucedió aquello. Fue al paro y quedó tremendamente dolida con aquella agresión. Lo pasó mal durante una temporada. Intentó rehacer su vida laboral, pidió ayuda y se la dimos. Algunos no hemos olvidado aquella época. Ella sí la ha olvidado por completo. Felizmente para ella. Dudo yo que tanta capacidad de olvido sirva para ser feliz, pero es seguro que tiene una importancia decisiva en el terreno de la economía.

En fin, aquello pasó como pasó. Todo el mundo lo sabe. No hay ninguna duda de quién ordenó el cierre a lo bestia de aquella televisión. El director de la tele denunció al alcalde. Y todos estábamos convencidos de que vicente fernández ganaría ese litigio. Pero vicente perdió. Es verdad que hubo una primera sentencia que condenó a yanguas a veintiocho meses de cárcel. Pero luego una segunda que decía que el señor yanguas no había tenido nada que ver con el cierre de la televisión. Uno de los dos jueces mentía.

Este episodio de la vida judicial almuñequera ya debía haberme bastado para darme cuenta de qué pasa cuando uno entra en los tribunales de justicia.

Un tribunal dijo también que yanguas no tenía nada que ver con la ruina de tropical fruit. Y todos los ciudadanos vimos cómo se perdía el dinero invertido en ese chiringuito, más el dinero que ahora pretenden cobrar los abogados.

Otro tribunal dijo que yanguas no debía haber pagado con dinero del ayuntamiento unas gafas de lujo para su esposa, pero añadió que aquella tontería había prescrito y que por lo tanto nada pasaría a uno ni a otro.

Y otro tribunal dijo que aunque estaba probado que doña rosario había extraviado 26.757 euros no pasaba nada, que podía ser verdad lo que ella decía, que había firmado los cheques pero no los había cobrado. Igual un día de estos acusan a fermín de haberlos cobrado él.

El propietario del mirlo se llevaba bien con yanguas, pero un día decidió vender el negocio a una empresa sevillana. Los mismos camiones, la misma plantilla, las mismas naves, las mismas escobas… Y sin embargo, yanguas le dijo a todo el pueblo que la empresa estaba limpiando mal. El tema era que esta empresa había pedido que se le pagase más porque había un nuevo convenio laboral y tenía que pagar más a los empleados. Lógico. Además, esta empresa había dejado de poner publicidad en el periódico y en la tele. Problemas. Empezaron a retrasarle los pagos. Empezaron a ponerle multas tan injustificadas como brutales. Más de medio millón de euros en multas. La empresa se tuvo que rendir y se fue a los tribunales a pedir lo suyo. Yo estaba convencido de que la empresa iba a ganar ese pleito. Pero lo perdió. Falta decir que la nueva empresa que se quedó con la limpieza y la basura está cobrando todo aquel dinero que no se le ‘podía’ pagar a la anterior.

La empresa de ayuda a domicilio se llevaba bien con yanguas. Así que cuando empezó a aumentar el número de personas que necesitaban atención, yanguas pidió a la empresa que hiciera esos trabajos aunque no estuvieran contratados. La empresa accedió y aumentó la plantilla de forma importante llegando a tener casi treinta personas en plantilla. El alcalde retrasó los pagos aunque el ayuntamiento cobraba puntualmente de la junta. La empresa dejó de pagar a la plantilla y se llegó a la huelga. La empresa tuvo que rendirse y dejó el servicio. Pensaron que en los tribunales conseguirían justicia. Yo también lo pensaba. Otro gran error. Hasta ahora, nada de nada.

La semana que viene van a juzgar a yanguas por una fraudulenta separación de bienes. Cualquier cosa puede pasar. Es muy probable que el juez no aprecie delito tampoco en esta ocasión. Ya estamos curados de espanto.

Lo importante de todo esto es que, a pesar de los pesares, mi amigo fermín no pierde la compostura ni la sonrisa. Aguanta como los valientes. La gente lo quiere y lo saluda con afecto. La gente sabe quién dice la verdad y quién miente. La gente sabe quién ha amparado ilegalidades urbanísticas por decenas y quién está dando la batalla en este terreno. La gente lo sabe. Y eso es suficiente para poder afrontar con serenidad todos los disparates judiciales que estamos viendo y los que nos quedan por ver. Por todo ello, desde mi humilde columna, un saludo para mi amigo fermín, una persona íntegra de izquierdas que, visto lo visto, no tiene dinero para pagar un buen bufete.

Salud