28/8/11

Las tribulaciones de la trini


Mi amiga trini no me deja pasar las vacaciones a gusto y relajado. Antes de irse a las suyas, a sus vacaciones, dice a los periodistas que el hotel del peñón del lobo tiene la licencia correcta y que todo va viento en popa.

Yo sé que ser alcaldesa tiene muchas servidumbres. No lo sé por experiencia porque nunca llegué a ser alcaldesa, pero es algo que se puede imaginar con facilidad. Mi amiga trini dice eso, y seguramente era eso lo que tenía que decir. Vale. Yo sigo diciendo que no era un invento el papel que envió la Junta al ayuntamiento diciendo que la licencia no valía un pimiento porque la había dado yanguas sin cumplir la normativa.

Dicho lo cual, si la junta quiere hacerse la tonta, se la hará. No será la primera ni la última vez. Y si estos del peñón del lobo maquillan los planos, seguirán adelante con su historia. Ya es antiguo eso de poderoso caballero don dinero.

Aunque quizá no haya tanto dinero como parece. Tampoco será la primera vez que presenciamos un espectáculo de  magia en el que un buen traje y una puesta en escena espectacular ocultan una caja fuerte tiesa ansiosa por convencer a un banco generoso y a una administración dadivosa para que suelten la pasta. Esa es mi intuición: se trata de que suelten la pasta los que tienen nuestro dinero, es decir, la junta y algún banco.

Hablaremos otro día con más datos de la sustanciosa ayuda aprobada por la junta para este proyecto a través de la iniciativa de turismo sostenible. Y hablaremos también del excesivo interés del doctor por controlar ese perraje a través de la vicepresidencia de la mancomunidad.

Y tendremos que hablar, ya falta poco, del papel jugado por el partido de las flores, el partido del déficit cero, el partido de pablo iglesias, el partido del pensionazo y la contrarreforma laboral, en todo este tinglado de la mancomunidad. Estamos en septiembre y aún seguimos sin tener resuelto ese tema por obra y gracia del partido que va a perder de calle las próximas elecciones. Es para estar inritao.

Mi amigo fermínté y un servidor seguiremos diciendo que hay gato encerrado, que queremos un estudio geotécnico serio, que no se puede permitir a los mercaderes quedarse con los acantilados y las playas del pueblo, que ya pasó el tiempo de los engañabobos que todo lo arreglan hablando de cientos de puestos de trabajo inventados,  y si la trini, para más inri, deja hacer los apartamentos antes que el hotel, se la habrán metido doblada. A ella y a los ciudadanos de este bonito enclave. Y estaremos un poco más inritaos. 

Dice también mi amiga trini que en septiembre retomará el PGOU para su aprobación, sin modificarlo para no perder tiempo. Está bien eso de no perder tiempo cuando ya se han perdido ocho años de estas dos últimas legislaturas por los apaños del doctor y el partido de la trini. Eso está bien. Sabemos que el pegou será aprobado por el pepé y el caca, y quizá por alguno más. Pero trini debe saber que, mientras no me arregle la pisá de la vaca, que está llena de pedruscos, conmigo que no cuente.

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