Las resacas del niño bonito

El alcalde está perplejo, y a lo mejor mosqueado, con sus concejales. El otro día, cuando terminó el partido y vi lo contento que estaba piqué, me acordé de los patapollos por eso que hizo con la mano, y yo cuando me acuerdo de los patapollos tengo el vicio de ponerme a leer actas de la junta de gobierno. Sí, ya sé que es una enfermedad nueva, como eso del síndrome posvacacional, pero como aún no tiene nombre, yo puedo seguir llamándole vicio o rareza.

La última que tenía a mano era la del quince de noviembre. Y me llamó la atención que faltara tanta gente. A lo mejor no había ni quórum, pero como la secretaria no estaba tampoco, pues a ver quién aclara eso.

Cuando empezó la reunión faltaban la inma, la loli rull y don josé rodríguez jaime el enfastaor.

Miro en el acta de la reunión de la semana de antes y veo que esta vez habían llegado tarde la loli y el niño bonito. Don josé no llegó tarde porque no fue.

Miro en las anterior y en esta ocasión es el niño bonito de nuevo el que llega tarde. Don josé vuelve a hacer novillos.

Me voy a la anterior, la del dieciocho de octubre, y ahora ya observo con satisfacción que don josé ha estado presente, pero vuelve a llegar tarde el niño bonito. Como también llegó tarde en la anterior y en la que hubo antes. Total, que la noticia es cuando el niño bonito llega a su hora.

Y es que las cosas son como son. El hombre éste es alegre y dicharachero. Se va de copas con cualquier pretexto y con cualquier amigo, llega tarde a su casa, luego no puede descansar bien, y por la mañana está la cama tan calentita que pasa lo que pasa. Lo que tendría que hacer yanguas es poner estas reuniones a las once y media, con un cafetito y una tostada de tomate, y así serían más llevaderas. O si no, que haga con jesusito como con la eva gaitán o la mariadolores la de las multas, que están exentas de ir a estas reuniones y no por eso cobran menos.

El tema no es muy preocupante porque ya sabemos usted y yo qué pintan esos en las reuniones con yanguas, pero al menos podían disimular un poquito porque a lo mejor la gente piensa que no se ganan el sueldo ese de 53.292 euros, que ya a algunos le parece un poco subido, incluso si se trabajara y se asistiera con puntualidad a las reuniones. Es verdad que yanguas cobra treinta mil euros más que ellos, pero al menos llega puntual.
Salud