Por fin un político que se preocupa de los autónomos

Todo el mundo tiene vacaciones. Todo el mundo tiene horario. Todo el mundo tiene un sueldo más o menos atractivo. Todos, menos los autónomos. Nadie se acuerda de ellos, de sus problemas, de sus desvelos cuando no les llega a final de mes para pagar el IVA o el impuesto de la terraza o el seguro médico.


Alguien en almuñécar se ha preocupado, se ha acordado de ellos. No de todos, desgraciadamente, pero sí al menos de algunos de ellos. Los autónomos de velilla, los sufridos autónomos que trabajan sin descanso día tras día para sacar su negocio adelante, ahora podrán disfrutar de un mes de vacaciones gracias a las gestiones del alcalde. Incluso es posible, no querría yo pecar de aventurero, que este mes se convierta en seis semanas o siete.


Es verdad que la medida es parcial porque sólo afecta a los negocios ubicados junto al parking de velilla, pero algo es algo. Al menos ahí tenemos una muestra de la sensibilidad de yanguas. Quizá en breve podamos leer que la medida se extiende a otras zonas. Todos tenemos, todos tienen derecho a un merecido descanso.


Pero como la política en este pueblo está envenenada, a este gesto se le responde con una crítica. La primera ha sido la trini, pero no se preocupen, estoy seguro de que esa acidez será compartida por otros políticos de la oposición. Desde el más absoluto desconocimiento, y mostrando una carencia total de humanidad, los populares han aprovechado la ocasión para criticar al alcalde en lo que ellos llaman improvisación.


Me avergüenza escribirlo así, trini, pero tu ignorancia es atrevida. El cierre de estos negocios no es algo fortuito ni casual. En los tres años largos que llevan las obras de los dos aparcamientos, yanguas ya nos ha demostrado su capacidad para entusiasmar, planificar y coordinar una obra de envergadura. Pero él mejor que nadie sabe lo duro que es trabajar sin descanso un día tras otro. Y por eso ha decidido darle unas merecidas vacaciones a los autónomos. Lo que merecía un aplauso se convierte, por arte de la política, en una crítica. Así nos va, trini.

Salud