La oposición sexitana no acaba de coger su sitio. No entiendo por qué, pero el caso es que aquí en almuñécar se dedican, más que nada, a criticar a yanguas. Todo lo denuncian. Todo les parece mal. Que se queda una obra parada dos meses, hala, a criticar. Con lo fácil que sería decir, en plan positivo, pues ya tenemos una marina seca para lamelas y otra para casapaco, con sus mosquitos, sus ranitas, sus pececillos, en fin, todo su ecosistema, como la charca de suárez. Qué digo yo, mil veces mejor que la charca de suárez, dónde va a parar.
Que ponen zona azul en todas las calles a todas las horas, hala, a criticar. También se podría decir que estamos ayudando a una empresa a crear empleo, o a varias empresas, porque no sólo estamos hablando de esos amigos de la chaquetilla amarilla limón que llevan un móvil gordo con emepetres y gepeese en la mano, sino que estamos generando empleo en el sector de la siderurgia, el transporte o el diseño. Porque hacer una maquinita de esas que rompen los desaprensivos, enviarla, colocarla… todo eso crea riqueza al fin y al cabo.
Pero les ha dado por destrozar la imagen del municipio. Ya podían aprender de otros pueblos y ciudades más sabios. En motril, sin ir más lejos, el rojas, la daniela, el chico este, el albarral, pues se les ve de copas, bailando, votando en los plenos lo mismo, apenas ve uno notas de prensa criticando. En salobreña otro tanto: por unanimidad se aprueba todo y nadie critica. El otro día estuve en córdoba y me lo contó la alcaldesa. ¿Qué hacen los del pepé? Felicitaciones, elogios, abrazos… eso es una oposición. O rajoy mismo: viva zetapé, que bien lo hace zetapé, y cosas así. ¿Y por qué actúan así? Porque son patriotas, porque quieren a su pueblo, a su ciudad, a su país, y por eso se callan los fallos y votan lo que les dice el que gobierna.
Aquí somos especiales. Pero es que, además, luego se les olvida criticar lo importante. Lo de la corbata, por ejemplo. El otro día me pongo a ver las fotos del penúltimo viaje de nuestro alcalde, que el pobre hombre no para. Allí estaba en un bonito pueblo italiano, lleno de parras, al pie de la montaña, como dice heidi, allí estaba nuestro alcalde con su camisa roja, que a lo mejor es un símbolo que ha pasado desapercibido, pero hombre, quién le habrá dicho que se ponga una corbata también roja. Eso sí es para criticar, estaba de pena. Y perdona mariló que me meta donde no me llaman, pero mal empezamos si lo dejas salir con esa pinta, una corbata colorá y una camisa colorá, y la cara también un poquito colorá, y un gesto así un poco agrio, como si tuviera gases. Pues no, señor, y a lo mejor eso no es competencia del departamento de protocolo, no lo sé, pero alguien tenía que haber ido a la farmacia a comprar un aerored, y alguien tenía que haber ido corriendo a donde fuera y haber buscado otra corbata, o a lo mejor otra camisa, yo que sé, pero la verdad es que en esa foto no estaba bien. Pues eso hay que criticarlo, por supuesto, pero lo otro, la retahila de denuncias por todo lo que hace, pues ya resulta cansino.
En fin, que yo creo que nos estamos pasando. Hasta los empresarios critican al alcalde. Total, por quinientos mil euros que le deben a uno, por cuatro multitas que le ponen a otro. Calderilla, estamos hablando de calderilla. No se han enterado estos empresarios de que estamos en crisis, y que hay que esperar, y ser más comprensivos. La gente esta que hizo el acuario están cabreados porque les deben medio millón de euros. Y ahora la lían con el alcalde y con el ingeniero, y con el hermano del ingeniero. Pero hombre, un poco de clase, que vais a desfigurar la imagen del municipio con tanta crítica. Además, que estais criticando a gente que está con auténticos problemas de identidad. El señor ingeniero técnico, por ejemplo, es decir, el aparejador para entendernos, ese hombre no sabe ni dios donde está. Sabemos que se llama alejandro y poco más. El otro día aparece en el bop una nota que dice: notificación para gente que aparca donde quiere, la poli le multa y no los encuentran. Y allí estaba el señor aparejador del ayuntamiento, el mismo que tiene cabreada a la empresa del acuario, que es el mismo que no sabe todavía cuánto cuesta recoger la basura pero que sí sabe con exactitud con cuánto hay que multar al mirlo por dejar un churrete junto a un contenedor. ¿Cómo es posible que salga en el bop una nota del alcalde diciendo busquen a este tipo que tiene que pagar una multa? Pero si todos sabemos donde está, está allí mismo, señor alcalde, en el ayuntamiento, pero no lo encuentran. ¿Es o no es un problema serio? Claro, que eso de la gente que tiene multas y no aparece es la leche. En el mismo bop, que venía un chorro de gente abducida, aparecía un tal señor de los cortijos, que yo me quedé pensando si se querrían referir al señor de los anillos, o incluso si detrás de ese seudónimo no estaría ese señor que vive, cuando está por aquí, en el cortijo de allí arriba, en lo alto, ese que viaja tanto. Yo, por si acaso, ya le he dicho a la cartera que me llamo morgan, así que si viene una multa a nombre de francisco nosecuantos que se la lleve al alcalde para que la ponga en la lista esa de gente perdida. Yo creo que es un paso para entrar en la alta societé.
El caso es que cada semana aparece un empresario mosqueado. Puede ser, eso no lo descarto, que tenga alguna relación con la vasopresina. Ustedes ya lo sabrán, porque son gente culta, que la vasopresina está detrás de la infidelidad. Los hombres somos más casquivanos porque tenemos más vasopresina que ellas. Eso venía el otro día en el periódico, se lo juro. Y creo que también lo dijeron en la tele. Nuestro alcalde, que es muy macho, tiene mucha vasopresina, así que eso de la fidelidad le viene grande. Ya lo ha descubierto mucha gente, y se han enfadado sin motivos, porque ignoraban que todo tiene una sencilla explicación, una explicación médica: yanguas tiene mucha vasopresina. ¿Te enteras, manolito? ¿Te enteras, celorrio? Pues que se vayan enterando los del acuario, los de la basura, y otros que irán saliendo. Al fin y al cabo, la química es la química.
Y como la vida es alegre, y revuelta, y bonita, y llena de emoción, pues pasa lo mismo que en la liga, que en la vuelta ciclista o en la cama, que unas veces estás arriba y otras abajo. También por la vasopresina, claro. Eso tiene sus inconvenientes, y uno de ellos es que te puedes desorientar, incluso marear. Sobre todo cuando te toca en poco tiempo pasar de arriba abajo y arriba otra vez. Eso es jodido más que nada porque ni siquiera disfrutas cuando estás arriba pensando en que de un momento a otro puedes estar debajo de nuevo, y sin comerlo ni beberlo, que es lo más gracioso. Pero sobre todo es triste, porque tienes que olvidar todo lo que dijiste ayer mismo, cuando estabas abajo. Y a veces hasta se te quita el sueño. En la inquisición sabían eso. Estiraban una pata, luego la otra, un bracito, el otro, y al final, acababas denunciando a tus amigos, a tus vecinos, a los que no te fallaron aquella vez que ya empiezas a olvidar. Si en ese momento entra torquemada y te da una palmada, te sentirás reconfortado y dirás, de carretilla, la lista de tus amigos, es decir, de los herejes. Incluso, si te lo mandan, irás al bosque a recoger leña. Se ha dado el caso de algunos que, cuando empezaban a llorar porque las llamas llegaban a la planta de los pies, reconocieron los troncos que ellos mismos habían cortado. Salud.
17 de septiembre de 2008
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