Hay gustos como colores. Y, como decía mi madre, hay gustos que merecen palos. A mí me gusta leer los presupuestos o el boja. Ya ves. Hay quien disfruta leyendo el horóscopo. No es un vicio peor que el mío, desde luego. Otros leen los horarios de misas. Algunos incluso se confiesan aficionados a las esquelas. Tengo un amigo, yo tengo amigos de todas clases, que dice que esa hoja es la que menos miente del periódico, y razón no le falta. Hay quien se lee las cotizaciones de bolsa, eso del ibex cuarenta y cinco y el índice nickey, que nunca sé bien cómo se escribe.
Pero a mí me tiran unos buenos presupuestos. En un presupuesto en condiciones podemos encontrar intriga, emoción, humor, venganza… y, sobre todo, sorpresas. Nunca dejas de sorprenderte. Y eso es bueno para la vida. Lo dicen los psicólogos.
Estos días estoy disfrutando con el análisis de los presupuestos pasados, los de 2.006. Tengo que decir, para los neófitos en la materia, que si un presupuesto es interesante, analizar al final del año qué se ha hecho en realidad de lo que se había previsto, es fascinante.
Los presupuestos son como eso que decimos todos los años: voy a adelgazar, me voy a apuntar en el club ciclista, tengo que discutir menos con mi mujer, voy a ser menos áspero con los niños, tengo que llamar a MariPuri y quedar un día… son todos ellos buenos propósitos y definen bien nuestras intenciones.
Pero cuánto trecho hay del dicho al hecho. No sé si le he contado que nuestro alcalde había previsto gastarse 33 millones de euros el año pasado y que acabó gastando 46. Y no sé si le he contado que había previsto ingresar 33 y sólo ingresó 31. Usted figúrese que en su casa pasara algo parecido. Una locura, me supongo.
Pero a lo que vamos. Dije que había intriga, y lo demuestro. Se gastó el ayuntamiento en el 2006 la bonita cantidad de 1.162.628,20€ en el Parque de Bomberos. ¿En qué parqué?, se preguntará usted? ¿En qué parque?, me pregunto yo. Luego intriga hay.
Curiosidades también. Mire, se gastaron 7.888€ en algo que llaman Trabajo empresas legionelosis. ¿Usted ha oído algo de legionelosis en el ayuntamiento?. Esta partida no estaba en los presupuestos iniciales, pero algo surgió y tuvieron que improvisar este gasto. No deja de ser curioso.
Estudios y trabajos técnicos Urbanismo: 151.887€. Aquí se colaron un poco, la verdad. Cuando aprobaron el presupuesto habían previsto gastarse 70.000€, pero se les fue la mano un poco. Les pasa como a mí cuando salgo con los amigotes. Un cubata, le digo a mi mujer. Un cubata y a las doce de vuelta. Usted ya sabe cómo acaba esa historia.
Este año podíamos haber contado una historia distinta. Como ya han pasado las elecciones pues a lo mejor se ponían formales y gastaban el dinero en aquello que habían dicho, pero nada, siguen erre que erre.
El otro día en el pleno pedían permiso para pagar una sentencia que han perdido y para algunos gastos en playas. Y el tal iván les dijo que sí, que él les daba permiso pero que no quitaran el dinero de la bolsa que hay para pagar a los bancos sino de la bolsa de las gambas. No sirvió para mucho porque guanluis estaba menos quisquilloso y le dijo al alcalde que si le hacía falta dinero que lo cogiera de donde él viera necesario.
Pero lo de las gambas sí que fue un punto. Estaban hablando del personal que se hace tres plantas cuando tiene permiso para dos, y le dijo el tal iván al alcalde que le parecía bien que se crujiera a esos listillos pero que ya le gustaría ver allí retratados a los listillos de verdad, esos que hacen hoteles de nueve plantas o esos que hacen gasolineras en los campos de fútbol. El tal iván se calentó y le dijo al señor alcalde que con esos no se metía, al contrario, que cuando un juzgado les paraba alguna obra, el alcalde se iba con ellos a comer gambas. Y juancarlos, que parecía distraido porque no paraba de cascar con el secretario, se estaba enterando de toico y le dijo al joven que ni mijita, que no iba a permitir que le faltaran al respeto.
Y es verdad, iván, más respeto, qué sabes tú si ese personal come gambas o quisquillas, ostras o caviar, si tú no vas a esos sitios porque no te invitan. Deja ya de faltarle al respeto al señor alcalde, iván, tú cierra la boca, vota lo que te diga juancarlos, y verás como te da un buen despacho, un buen sueldo y hasta un abrazo como el que le dio al salir del pleno al otro que votaba siempre lo mismo que él le pedía, ese que era del pepé.
Si es cosa de saberlo tratar. Mira lo bien que se llevaba con la concejala que tenían antes los de tu partido. Esa también votaba lo mismo que juancarlos y acuérdate que tenía su despachito, su secretaria de grupo y todas sus cosas. Si es que estás muy borde, chaval.
19 de septiembre de 2007
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