La vida es así, no la he inventado yo

La canción es antigua pero las verdades no caducan. Andamos siempre a vueltas con los mismos problemas. Contratan para limpiar las playas a un ser querido, o a tres en uno, como la santísima trinidad, que todo lo desatascaba. La denuncia la presenta el amigo ángel, secretario nacional de su partido. Menos mal, porque si hubieran seguido con la lógica del reparto: esto, garciolo; esto, helga; esto otro, eva; ahora ya le tocaba a mariadolores sánchez. Y eso hubiera sido complicado.

A ver qué coño hubiesen puesto en el escrito si le toca a la señora sánchez, ex concejala de tráfico y propietaria en su día de gráficas seximar, denunciar que el ayuntamiento contrata a la empresa de un familiar de una concejala. Lo hubiera tenido difícil. Es como si le hubieran pedido al piliki que recogiese firmas para apoyar la denuncia de la garciolo sobre los nuevos chiringuitos que compiten con los chiringuitos viejos.

Por cierto, menudo follón ha liado la garciolo con ese comunicado que le ha preparado el señor ortega. Hemos podido leer una carta de verdad escrita con el alma por un hombre que haciendo fotos es un monstruo pero que no sería contratado jamás en un gabinete de prensa porque dice las cosas tal y como las siente, y eso no es habitual. No está bien visto. Luego se ha sumado con otra carta una colega de la herradura que dice lo mismo con mucha más suavidad. Esta sí podría llegar al gabinete de prensa.

Y es que las denuncias las carga el diablo. Imaginen que le hubiesen pedido al señor pavesio que firmase la conveniente denuncia contra el papá del concejal de urbanismo, conserje del productivo palacete del escamado. En este caso, además de denunciar a su suegro, pavesio hubiese tenido que ampliar la denuncia incorporando el nombre de leticia, que también llegó al ayuntamiento sin concurso oposición, creo. Un lío.

En relación al triunfo judicial de don emilio pavesio tengo que felicitarle por su elección de abogado defensor. Estos de conveniencia son unos máquinas, como dice mi niño. Ha buscado de abogado para lo de su despido a uno del sindicato andaluz de trabajadores, un secuaz de sánchez gordillo. Con dos cojones. Y es que el que sabe, sabe. Para defender al obrero, un radical de los de siempre. Mira que si el abogado se lo ha buscado fermín.

Esto de vivir en un pueblo tiene esos problemas. Y no sé yo si tendrán solución. Alguien podría escribir un libro, bien gordo, acerca de los parentescos municipales sexitanos. A mí me falta documentación. Pero yo sé de dos o tres que podrían ponerse las botas en los comentarios aportando datos en vez de insultos.

Si te sales del pueblo las cosas no van mejor. Mira tú los líos del señor centella y el señor meyer. Y es que no hay nada como la familia. En navidad, sobre todo.

A propósito de la familia, tendré que contarles un secreto: el otro día, antes del pleno, estaba la ex de tráfico, la señora maría dolores, en la puerta de la casa de la cultura hablando con sus compañeras de grupo y, cuando me vio pasar dispuesto a bajarle el sueldo a su jefe, me dijo más o menos que le gustaba bien poco eso de que hablase de ella en el blog, que ella no lo había leído, faltaría más, pero que le habían dicho que me metía con ella. La invité, como buen escritor, a que leyera el blog y echara unas carcajadas, pero ella declinó la invitación. Creo que le gustan más los monólogos de luis  piedrahita, cosa lógica por otra parte.

Estuvimos departiendo unos minutos acerca de las multas de tráfico, de las notificaciones y de cosas así, y en un momento de la tertulia me dijo que tuviese cuidado, que ella no era su hija. En eso tenía razón. Su hija gema me denunció allá por mayo, cuando algunos se dedicaban a pegar carteles en la fuente de los higuitos y otros insultaban a la trini. Un día a media mañana, cuando explicaba las fracciones, vino un guardia civil muy simpático al colegio, me preguntó si me llamaba como me llamo, me pidió esos datos que te piden siempre los guardias y me dijo que si yo era el autor de un blog que, según la denunciante, no iba por el buen camino. Ese día el café del recreo estuvo más animado que de costumbre. Mi amigo kilo se ofreció para ir a albolote a llevarme bocatas los fines de semana si la comida no era buena.

El caso es que yo había hecho algunas cuentas acerca de lo que la empresa gráficas seximar había facturado al ayuntamiento desde 2007 a 2011 y eso no había gustado a la que ahora figura como jefa del negocio, la señora gema. No entiendo el motivo del disgusto porque debería ser un honor tener una imprenta que vende tanto. Es muestra de que la relación calidad precio es satisfactoria. Pero sobre gustos no hay nada escrito. Ni lo habrá.

Esos escritos del morganrojo no son del agrado de la concejala. Le parecen insultantes. A ella lo que le pone es que su compañero me llame mercenario o bastardo. O que su jefe llame bruja a la trini, zorra a la rocío o payasos a los ciudadanos que protestaban en un pleno por la subida de la tasa de basura. También debe gustarle que anónimos periodistas llamen a fermín perroflauta o difamen al coordinador provincial de iu.

Antes he hablado de un libro no escrito y necesario. Hay otro, y lo haría con gusto, pero me falta material. Se titularía: Crónica del insulto en los medios de comunicación convenientes. Si algún antiguo patapollo me diera la colección completa de la verdiblanca ya tendría para entretenerme una temporada. Una vez terminado el estudio, le pido a la olga que lo edite y ya tenemos material para otro escándalo.

La madre de gema todavía no me ha denunciado, pero siendo cierto que a los que antes mandaban no les gusta ni poco ni mucho que la gente lea cosas distintas al costa tropical, todo se andará.  

Igual tenemos que organizar una campaña como esa de los tapones de plástico, pero en esta ocasión para pagarme un abogado. Y si don emilio cogió como abogado a un comunista de gordillo, en un asunto de esta índole igual tendría que pedir asesoramiento a estos abogados que tan bien han servido en el pasado al señor yanguas.  Ahora veremos a ver quién lo defiende en el pleito contra chamizo.

Salud.