Nos abandona por un bellísimo pueblo almeriense de 161 habitantes. Desde marzo de 2007 nos acompaña en las desventuras y en las bonanzas.
Huyendo de valor, recaló en zagra. Gracias un nombramiento provisional en almuñécar, consiguió escapar de un nuevo destino obtenido posteriormente en igualeja, provincia de málaga.

El cariño que nos tenía a todos y a todas, incluida encarna la socialista, ha demorado este inevitable traslado, pero todo llega. Ayer me comunicaron la triste noticia con un escueto mensaje: adiós, arantxa.
El laconismo de esas dos palabras no puede ocultar la honda emoción que siento al escribir esta despedida.

Ay, señor, que voces daba la encarna. Nuestra ya ex secretaria decía en aquella memorable fecha no entender ‘como este concejal puede dirigirse a una fedataria pública en esos términos’.
Como yanguas aún no sabía qué extraños pactos deparaba el futuro, tomó partido por su secretaria. Sí, ya sé que he dicho su, cuando debía haber escrito la, pero es que la verdad, no tengo claro cuál es el término más adecuado.

El sociata este había perdido el respeto a la secre, como ya se lo perdió tiempo atrás el rojo fermínté, que osó enviar un escrito acusatorio al colegio de secretarios diciendo, entre otras lindezas, que no entendía el motivo de que el libro de resoluciones de alcaldía tuviese líneas en blanco y tachones de tippex. Discutió también la fedataria con luisaragón a propósito de una cuestión nominal, es decir, de la nómina del señor concejal.

Y tampoco fue del agrado de arantzazu saber que la nueva alcaldesa no iba a mantener la merecida prima (dicen que de mil euros al mes, pero eso me parece excesivo) que le había otorgado nuestro doctor favorito.
Parece que también ha tenido últimamente algún desencuentro con diversos empleados de esos que trabajaban cerca de ella. Pero eso pasa en las mejores familias. Sólo había verla sonreír a su alcalde para comprender que tenía trato agradable con quien tratarla sabía .
Recuerdo con especial cariño aquella vez en que inventaron un acuerdo ficticio para poder concretar una bonita operación de compraventa de una gasolinera ubicada en los bajos de un estadio. Con mucha educación le hicimos saber a la secretaria y al señor alcalde que se habían equivocado, que aquel acuerdo de autorización de hipoteca nunca se había tomado y que a lo mejor estaban incurriendo en un delito de falsedad en documento público. No nos contestaron pero creo que aquello no gustó a ninguno de los dos.

La imagino llenando la maleta con esa sonrisa suya que tanto parecía molestar a personas que no apreciaban sus cualidades, la supongo entrando por la calle laberinto o la calle era y pasando por esa calle techada que nos recuerda pampaneira, buscando un alojamiento en ese pueblito tan coqueto, preguntando en la sociedad de cazadores cuándo se organiza la próxima fiesta de la espuma, saludando cariñosamente a los cinco concejales (sólo uno del pesoe y cuatro independientes) y aprendiendo los nombres de esos pueblos cercanos que serán su horizonte: chercos, benizalón, líjar, incluso bacares, algo más lejano.
Un abuelo me regalaba ayer el dicho apropiado. Algo así como: tanta paz encuentres como tranquilidad dejas.
Y mientras tanto, la vida sigue. Espero. A rey muerto, rey puesto. O, lo que es lo mismo, un desalojo, una okupación. Bienvenido, ildefonso.
Salud