Andamos estos días con el debate de si la rotonda que quiere hacer la trini en chinasol es muy cara. Dice yanguas que él la iba a hacer más barata. El tema está sin aclarar porque no aparece en el ayuntamiento ese proyecto de rotonda del que habla nuestro antiguo alcalde. Igual él podría aclarar este dilema enseñando el proyecto. Ya veríamos si es verdad que la rotonda patapollo es más barata que la rotonda pepera o si es que el presupuesto patapollo no incluía algunas obras que conlleva la rotonda.
En cualquier caso, el dilema tiene su interés. ¿Cuánto debe valer una obra? La complicación del tema ha llevado a que un montón de peperos estén disfrutando estos días de nuestro sistema penitenciario. Uno de ellos es ese tipo de ricitos negros que salía muy serio en la tele diciendo que a él le registraran. El arte de estos servidores del pueblo está en negar la evidencia incluso cuando te han pillado con la olla de la manteca. Son unos artistas para eso.
El método más fácil para tener
un buen chalé, o dos, consiste en recalificar un terreno y permitirle a tu amigo
construir ocho donde sólo se podían construir tres. En la avenida juan carlos
hay un bonito ejemplo.
Otro método es cobrar una
comisioncita por adjudicar un contrato de alguno de esos servicios que tiene
que llevar la empresa privada porque porque porque porque sí, porque así se
forran algunos.
Y otro método más sibilino es
pagar por una obra más de lo que vale y repartir a medias. Sobre esto hay
varios chistes que ilustran bien la situación. El único problema es cómo estar
seguro de que tu amigo se lleva el contrato. Siempre está eso de hacer un
concurso a medida para que los competidores se queden compuestos y sin novia,
pero hay un truco menos conocido.
El truco consiste en poner un
precio muy bajo a la obra. Nadie concursará a una obra en la que se sabe que se
va a perder dinero. ¿Nadie? No. Hay una empresa que sí concursará: aquella a la
que le has prometido que el presupuesto se modificará después. La ley lo
permite. El procedimiento es este: a los dos meses de empezada la obra, la
empresa presenta un escrito diciendo que han surgido imprevistos y que para
terminar el trabajo el presupuesto tiene que subir. Se le aprueba una
modificación del presupuesto y problema resuelto. Lo normal es que la empresa,
agradecida, tenga algún detalle con las personas que han colaborado para que
esa obra se le adjudique a ella y no a otra empresa.
En esto da igual que la empresa
sea del pueblo, o de australia. Lo importante es que sepa recompensar el gesto.
En las dos últimas legislaturas
se han dado numerosos ejemplos de esto: obras que salían por un precio y luego
acababan costando bastante más. El caso más llamativo fue el de las gradas del
estadio. Inicialmente, estaban valoradas en 721.000€. Pero a los pocos meses se aprobó subir esa cantidad
y pagar 891.404€ por encima del precio inicial. Es decir, el precio se duplicó
y un poco más. En este caso, en realidad, no se pagaba dinero sino que se
pagaba regalando suelo para hacer una gasolinera, así que el modificado
consistió en darle más suelo. Por estos días parece que nuestro alcalde tiene algún problemilla judicial con este tema pero le está echando la culpa a un concejal que se retiró de la política y ahora se dedica a otros menesteres.
Las empresas que querían hacer la estación náutica leyeron
en el pliego de condiciones que se pagaría por esa obra 312.171€. Pero la
verdad es que la empresa que se llevó la obra, gtm, acabó cobrando 116.197€
más.
Esta misma empresa hizo una pista polideportiva en la
carrera. El valor inicial era de 140.948€ pero al final se pagaron 209.089.
Otra empresa almuñequera de pura cepa, como garasa-esñeco,
hizo las pistas cubiertas del colegio la antigua, de río verde y de la santa
cruz.
La de la antigua se valoró en 157.968, pero acabó pagándose por ella
184.681€.
La de río verde era más carilla. La empresa dijo que la hacía por
168.504€, pero el doctor acabó pagándole 203.006€.
Y más cara aún era la de la santa cruz, que iba a costar 173.056, pero que acabó costándonos 205.373€. Pá
que vean lo rumboso que es este señor médico con el dinero de los demás. Digo
yo que esta empresa quedaría contenta de sus trabajos en este pueblo.
Otra empresa genuinamente almuñequera, de nombre nacimiento,
tuvo la gran fortuna de ser elegida para remodelar medio pueblo. En la calle vélez hicieron algunos arreglillos que iban a costar 54.508€, pero finalmente
le dimos a la empresa 65.354€.
Como eran muy buenos reurbanizando, el doctor
les encargó también reurbanizar el casco antiguo, así, to lo más antiguo.
Hicieron un presupuesto de 305.648€, pero, joder, también ahí calcularon mal.
Al final les dimos 353.792€.
Por reurbanizar la calle nueva nos dieron un
precio de 86.724€, pero convencieron al doctor de que había que pagarles un
poquito más, así que el precio final fue de 103.957€.
Puestos a arreglar calles
dijeron que iban a dejar de dulce la calle juan de la cierva por el módico
precio de 91.298€. Como era muy barato, yanguas pensó que era justo darles una
propinilla, así que estos de nacimiento cobraron 109.466€.
También hicieron un
chapú en la calle carmen alta. El precio que nos prometieron fue de 66.395,
pero acabaron llevándose 79.608€.
Como era una empresa muy trabajadora, también
arreglaron la calle torremolinos. Nos prometieron hacer esa obra por 66.346
eurazos, pero al doctor le dio lástima y les dio un poquito más para sus
gastos: 79.553€.
La última obra de este lote fue la calle morería baja. El
precio del arreglillo era de 104.895, pero acabamos pagando 125.769. Total, que
entre unas cosas y otras, esta empresa, que sería muy buena haciendo obras pero
un poquito torpe con los cálculos, acabó llevándose 141.685 eurazos más de los
previstos.
Otra empresa sexitana hasta las trancas se dedicó a tareas
varias que nos hacían mucha falta, relacionadas con el centro comercial y la
mejora de algunas calles. Hicieron una obra que se llamó urbanismo comercial
2005. El coste inicial era de 390.847€, pero yanguas pensó que era poco dinero,
así que les dio un poquito más: 556.748€. En realidad, no era un poquito sino
bastante más, lo que se viene llamando un pastorro.
Claro que peor nos salió
urbanizar la carretera suspiro del moro. Miren, esa obra dijeron que la hacían
por el módico precio de 400.672€, pero al final, el precio fue, tatatachín, de
663.736€. Supongo que aunque hayan tenido sus problemillas, esta empresa tiene
sus buenos motivos para estar contenta con el doctor. Ah, también hicieron,
supongo que porque no habría ninguna empresa almuñequera interesada, la
urbanización de la carrera y la avenida costa del sol. Esta obra iba a costar
698.322€, pero el coste final fue de 995.224€, rondando el milloncejo. Se me
olvidaba: esta empresa es la de los hermanos garcía motril, esos que hicieron
también el acuario y que se quedaron con la obra, que no quisieron terminar,
del parking del mercado.
La ute formada por compasan y arian, también de almuñécar por
supuesto, hizo cuatro pistas de tenis y dos de padel. El precio que dieron
para hacer la obra era de 429.826€. Pero se habían equivocado un poquillo y
pidieron una propina. El doctor, siempre tan magnánimo, les pagó 510.924€.
La fase dos de la restauración del castillo san miguel la
hizo también, por supuesto, una empresa del pueblo llamada javier dávila. Se
quedó la obra diciendo que la haría por 520.710€, pero al final nos costó
615.321€.
Estas cifras demuestran que para ser alcalde hay que ser flexible
y generoso. Alguna gente dice que debe volver. Por ejemplo, los jefes de estas
empresas que he citado. A ellas nadie les molestaba con eso de queremos que el
trabajo lo hagan empresas del pueblo. Y es que eran como de la casa, en
realidad. Más que trabajo era una cuestión de cariño, como lo de monago.
Salud
Salud