12/2/14

Una cosa breve

Dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Pero está comprobado que, en muchas ocasiones, lo malo, si breve, tres veces malo. Creo que estamos en este último supuesto. La cosa es esta. La gente me dice que escribo poco. Y es verdad. Más que vagancia es exceso de trabajo.

Y luego está lo otro, lo de la política. Cuando no era concejal era el tío más feliz del mundo. Ahora he bajado dos o tres puestos en el ranking. Sigo siendo feliz pero un poco menos. Yo creo que esto de la política tiene que ser para gente más inteligente que yo. No puede ser que se voten cosas tan raras en los plenos. Será, pienso yo, que mi mente no da para más y no las entiendo.

Así que me cuesta trabajo escribir de eso. Antes, como me enteraba menos, podía escribir más chorradas y todos tan felices. Ahora, ya te digo, es que no me entero o que me entero demasiado, vete a saber. Por más vueltas que le doy a lo que votan los que están al lado de fermín es que no me cosco. En fin, habrá que poner gente más espabilá en la lista de los rojos para las próximas porque lo que es un servidor, estoy más perdío que el barco del arroz.

Gracias, guapetones y guapetonas por seguir leyéndome, pero no le pidáis peras al olmo. Ya no doy más, creo. Y para hablar de las señoronas esas millonarias que aplaudían ayer a gallardón ya hay muchos que lo hacen bastante mejor. En fin, igual cuando salga del pinilla esta noche me encuentro más repuesto. Eso, si quedan entradas, claro.
Salud