15/9/13

Este sitio es una web atacante

No es necesario tener un título universitario para hablar con sentido común. Tampoco tener un título universitario garantiza expresarse con sentido común. La vida está llena de pastores cultos y médicos incultos, pero sobre todo, de pastores con sentido común y médicos que hablan y actúan al margen o en contra de ese sentido común.

Recientemente, un médico de esta localidad que lleva bastantes años sin ejercer la medicina, ha podido decir en un pleno, textualmente, que la empresa contratista del parking del mercado está incumpliendo de forma reiterada el contrato. Nadie mejor que él para hacer esa afirmación pues era él el firmante de la parte contratante que contrató la contratación. Dos minutos después de afirmar que la empresa incumplía el contrato con grave perjuicio para la ciudad en general y para el mercado en particular, este mismo señor votaba en contra de rescindir el contrato.

Era una falta evidente de sentido común que sólo podría ser entendida si se parte de un punto de vista diferente para analizar el sentido de esa votación. La aparente incoherencia del médico se pierde en cuanto uno percibe que hay un objetivo más importante que la verdad. El médico que dice una cosa y hace la contraria no actuaba en este caso de forma insensata. Si su objetivo es que el problema creado en torno al parking y al mercado se mantenga en el tiempo, sus palabras pueden parecer incongruentes y fuera de lugar pero su votación adquiere pleno sentido.

Este mismo médico es capaz de afirmar que el acuario hace aguas por todos lados señalando a los actuales gobernantes como culpables de la situación. Este mismo médico atribuye los problemas de las filtraciones del mercado al equipo de gobierno actual. Este doctor ingenioso es capaz de atribuir a un atribulado laborda, tan sobrado de bondad como carente de pelo, la responsabilidad por los desfases en el cierre de una contabilidad que ha andado en dos años más que en los ocho anteriores. Este doctor es capaz, esperen unos días, de achacar los ocho millones de deuda con un abogado de placa y calle a la nefasta gestión de la trini.

Quizá sea mucho pedir a un concejal, a este concejal en particular, algo de sentido común, un poquito de respeto a la verdad y, sobre todo, algo de amor a su pueblo. Sin duda, esto mejoraría nuestra vida pública, pero parece que no estamos cerca de ese objetivo.

Con esta falta de calidad intelectual, con este abuso de la mentira y la desvergüenza se encanalla la vida civil. Bien. Que nadie se lleve a engaño. Ese es su objetivo.

El problema que tienen estos tránsfugas del partido andalucista conveniente es que los hemos calado. Pero no hablo de nosotros los rojos, que eso ya estaba claro. 
 

Esta tarde he intentado entrar a la página web del partido tránsfuga, ese que nombra gestoras en las que todos forman parte del clan. Y no he podido entrar. Me salía un mensaje de alerta. Grande, rojo, alarmante, esclarecedor. Avast, el mejor antivirus del mercado, ha detectado la plaga, la epidemia. Dice avast que son un virus. Es conveniente que usted se estudie la definición de virus. En especial deberían estudiar este tema luisaragón y su peña.

Según el antivirus, esta gente puede robar información, y ojalá que sólo sea eso. Pueden usar tu equipo para atacar a otros. Que se lo digan a esos del partido andalucista. Pueden dañar tu sistema.


El antivirus te da una opción escapista: sácame de aquí. Quizá sería lo mejor. Luego te hace una pregunta con respuesta obvia: ¿por qué ha sido bloqueado este sitio? Y finalmente, abajo a la derecha, en pequeñito, sólo apto para jilipollas que luego volverán a quejarse de eso que ahora parecen haber olvidado, la opción del idiota: Ignorar esta advertencia.

Salud