Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero que muero porque no muero. Y mientras tanto, esperando el devenir de los acontecimientos y los pálpitos de la trini o el pacoprados.
Rafalito se dispone a contar billetes de forma totalmente legal, como corresponde a un bancario sin experiencia pero bancario al fin y al cabo. Yanguas medita si retirarse a morocco y angelortega no sabe qué hacer con las trescientas veinticuatro botellas de champán que se le han quedado en el almacén de idea. Vaya idea. Menuda idea.
Quizá ahora podamos enterarnos de las facturas que se deben, quizá ahora pueda la gente conocer en qué consiste el proyecto presentado para el peñón del lobo, quizá ha llegado la hora de saber si hay un estudio geotécnico o no lo hay, quizá ha llegado el momento de que el personal pueda entrar al ayuntamiento y darle la mano a ferminté sin sentir un repelús no sea que alguien lo esté espiando.
Quizá ahora, pero no aún. No todavía. Hasta el once de junio quedan bastantes minutos de incertidumbre. Para unos y para otros.
Ahora que la playa está muy tranquila, quizá sea el momento de ir a la pisá la vaca, inaugurar la temporada veraniega y comerse una tortilla con una cerveza fresquita sacada de la nevera azul, esa que reivindicamos los pobres de la alpargata que aún seguimos empeñados en ocupar este territorio antes de que nos echen los señores de las limusinas.
Pero antes he quedado con unos amigos para subirnos a la escalera y acabar de quitar esas banderolas que se pusieron hace unos días diciendo que sobraban las razones. Como en el pueblo sobran muchas cosas, pero seguro que el dinero no, sería buena cosa que el resto del personal fuera haciendo algo similar y se quedara el pueblo limpio de caretos y que los empleados del ayuntamiento dediquen su tiempo a otras tareas más necesarias.
No quiero que se me olvide mi más sentida condolencia a los números ocho, nueve, diez y once de la lista del gran yanguas. Quizá pronto podamos hacer extensiva esta condolencia al siete, al seis, al cinco, etcétera, pero por ahora es precipitado que la vida da muchas vueltas y habrá muchos personajes llamándose por teléfono para intentar que todo quede atado y bien atado. Lo bueno ahora sería tener intervenido el teléfono de sebastiánperez.
Salud
Amigo Morgan hay una cosa en la que difiero un poco contigo, a la gente no le da un repelus de saludar a Fermín en el Ayuntamiento, directamente si lo hacen después van a la farmacia, se compran un valium y cuando se algún conejal les dice ¡hombre te andaba buscando para...! tu gritas acto seguido NO LO HE SALUDADO YO A SIDO EL, LO JURO!!!!
ResponderEliminarBueno, yo también me voy a la playa, pero la del muerto que a nosotros nos gusta poner el c...... al aire antes de que nos encontremos a algún jeque árabe con "gorilas" armados o se nos venga la ladera encima y a la mierda la playa......
SALUD