16/4/11

Este si es mi rubiales


Andaba yo un tanto despistado con las propuestas de rubiales desde que es candidato en el partido de Benavides. Reducir la zona azul, abaratar los parkings, bajar el impuesto de ocupación de vía pública… Joder, si parece que el tío este le ha copiado el programa al ferminte, decía yo.

Pero hace dos días que ya ha quedado el panorama más clarificado. Tenemos que hacer un circuito para correr en motril. Es lo que toca ahora que no te dejan pasar de 110, desde luego. Un circuito en cada pueblo para que la gente fogue.

Esta propuesta ya sí tiene un encaje lógico en el partido de benavides. Además, si se quiere contribuir decisivamente a la política de arruinar ayuntamientos que tan brillantemente encabezara el gran pedro pacheco, propuestas así son las que conviene plantear. Ayer estuve echando un vistazo a la hemeroteca buscando datos sobre la ruina de jerez y ahí estaba la losa del circuito. En jerez deben lo que no está en los escritos, y por más que la junta ha metido algo de dinero entrando como accionista, no hay güevos de pagar la enorme deuda que el circuito ha generado.

Yo supongo que yanguas estará mosqueado con esta genial iniciativa de rubiales. No es de recibo que llegue un cualquiera y pretenda quitarte de la noche a la mañana la autoridad. Si hay un alcalde y un lugar para hacer un circuito estamos hablando de benavides y almuñécar.

La escena es más o menos así. Una vez atracado el yate en alguno de los puertos deportivos, podremos desplazarnos en la limusina hasta uno de los cuatro campos de golf que colapsarán nuestro pueblo de celebridades. En bici también podríamos ir para presumir un poco, pero como el carril bici está chungo, igual no queda bien. Mejor en limusina. Mientras saludamos a shakira, abrazada con piqué, o vemos a lo lejos a leidi gaga chupando un helado de mango, tomaremos un aperitivo en el hotel de siete estrellas y quizá le veamos el culo a un concejal despistado que se está bañando en la playa del muerto. Después de comer en la casa morgan, y antes de ir a practicar wind surfing en la presa de otívar, pasaremos a oír el rugido de un potente motor que da vueltas de reconocimiento en el nuevo circuito, orgullo de la sexi imparable. Para cenar, nada mejor que subir a peña escrita, que igual ese día está abierto el restaurante. Ya sólo nos falta un casino en lentejí. Pero todo se andará. Las campañas electorales están para eso. Y para asfaltar calles, claro, que si no, los socavones acabarían comiéndonos.

Mientras llega ese futuro de esplendor, lo mejor que podemos hacer es apuntarnos a un curso de camarera de habitaciones. No te pagan, pero al menos estás distraída. Tan distraída como una asamblea de adictos a la secta viendo la mala educación con que se comporta el dani. Pobre muchacho, ya verás tú la tienda esa de televisores si no va a tener algún problema con la licencia de apertura.
Salud   

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