Las declaraciones del alcalde en el último pleno explicando al vecindario los pormenores de las ferias de turismo merecen algunos comentarios.
Vaya por delante, y no es la primera vez, mi coincidencia total con el gran yanguas. Eso de las ferias de turismo es un cachondeíto pagado con fondos públicos para dar trabajo al estómago, castigo al hígado y algún que otro escarceo de cintura para abajo.
Yo hablo con la lógica y con las hemerotecas. Mi amado yanguas habla con la experiencia. Así como en otras ocasiones mete la pata hasta el corvejón (véase las alusiones a expresiones como comité igual a cáncer, alpargatas y pipas, no sé lo que se debe y me importa una mierda, comunidad de regantes, étc), en este caso, nuestro amado alcalde habla de lo que sabe.
Y también en este caso, nosotros sabemos que él sabe que nosotros lo sabemos. Pero le pasa como a efegéeme, que ya está aburrido del día a día y tiene que contarnos a todos que un domingo por la tarde, mientras la gente veía el partido de fútbol, él le daba vueltas al coco con esa idea de lanzar un pepinazo en una reunión de guerrilleros abertzales.
El alcalde va para viejo. No hay duda alguna. Y además tiene más pasta que antes. Pasta de esa, de la que se lleva en la cuenta corriente. Así que ahora, ni tiene tantas ganas de juerga ni le hace falta meterse en jaleos con la interventora para que le paguen una factura de langostinos. Bastantes problemas tuvo ya su rosario con eso de las cuentas no justificadas cuando era, otra vez dios mío, jefa del turismo local. Menos mal que le prescribió aquello, que si no…
En fin, al margen de la respuesta que puedan inventarse el pacoprados o la trini, las declaraciones de yanguas ya han puesto a pillar moscas a la mujer de lamelas, a la esposa de joseandrés, al novio de mariló y a otros cuantos que han concurrido y concurren con alegría a esas sufridas ferias.
La que tampoco puede ir ahora a ninguna feria es doña rosa, porque entonces… la gente largaría, claro.
Salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario